Las celebraciones del 9 d'Octubre tendrán este año un refuerzo policial «importante» de dentro y de fuera de la Comunitat y ya se está trabajando en la identificación de grupos y personas que puedan causar disturbios tanto en la Procesión Cívica de la mañana como en las manifestaciones de la tarde.

Así lo anunciaron ayer el alcalde de València, Joan Ribó, y el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Calos Fulgencio, que se han marcado como objetivo evitar agresiones de grupos descontrolados como el año pasado -un colectivo de extrema derecha atacó a miembros de la manifestación por la unidad de la lengua- y también los insultos que suelen salpicar la fiesta. Todos esos comportamientos serán vigilados y tendrán su correspondiente «reproche jurídico», advirtió Fulgencio.

A falta de veinte días para la celebración del Día de la Comunitat Valenciana, ayer se celebró la Junta de Seguridad en la que se plantearon las líneas maestras de lo que debe ser el dispositivo de seguridad de la fiesta. El objetivo, según Ribó, es «muy claro: queremos que el 9 d'Octubre sea un día lúdico, que deje de ser un día de enfrentamientos, que deje de ser un día de confrontación para pasar a ser un día con una procesión cívica en la que cada uno exprese libremente su opinión y que la gente pueda venir con sus hijos, con sus niños, tanto por la mañana como por la tarde».

«Este año no sé si llegaremos al final, pero sí que avanzaremos mucho desde la situación que hemos vivido y a veces padecido en los últimos años a una situación totalmente normalizada», precisó el alcalde, que mostró su «confianza» en que todo salga bien y abogó por una fiesta «donde los insultos y los enfrentamientos se dejen para otro día».

En un año con «unas condiciones muy particulares», Ribó espera que sea «el día de todos los valencianos». «Esa es la idea», reiteró.

Deterioro de la fiesta

En este sentido, Juan Carlos Fulgencio recordó que «hemos venido sufriendo en los últimos años un deterioro» del 9 d'Octubre para pasar de ser «una fiesta de reivindicación y de expresión individual de cómo se entiende la Comunitat Valenciana a ser un escenario de insultos y de excusas para todo tipo de ataques a la convivencia».«Queremos evitar hechos como los del año pasado y además recuperar ese espíritu que debe tener una fiesta de la Comunitat»

, concluyó.

Para ello, el delegado del Gobierno anunció que se incrementará el dispositivo policial tanto en número como en «novedad» y se incorporarán grupos especiales de otras comunidades.

Desde antes del verano y ahora con más intensidad se está trabajando también en la identificación de personas y grupos que puedan generar problemas y se están recibiendo todas las peticiones de manifestación para evitar que puedan solaparse o generar enfrentamientos.

Por último, hay una intención clara de acabar también con los insultos que cada año escuchan los políticos durante la Procesión Cívica. Preguntado por la forma en que pueden combatirse estos insultos, Juan Carlos Fulgencio fue claro. «Las normas del estado de derecho están ahí y desde la Delegación del Gobierno se analizarán todas las conductas que impidan el normal desarrollo del acto. Y aquellas que tengan que sufrir un reproche jurídico, se ejecutará».