«Sabíamos que teníamos razón y que la resolución era errónea e injusta. Estamos muy contentos de poder abrir las puertas de nuestro evento y poder seguir promocionando la cultura de nuestra tierra, pero se nos ha hecho mucho daño, tanto económico como de imagen y reputación. Llevamos diez años recorriendo ciudades españolas, instalando en todo tipo de suelos, y nunca nos había ocurrido esto». Con estas palabras ayer y con una queimada popular hoy a las once de la noche, el responsable de la feria MarisGalicia, Manuel Gómez, dará carpetazo a dos semanas en las que la muestra gastronómica ha estado clausurada por lo que queda asumido que ha sido un error en la tramitación municipal, que adujo para negar el permiso una condición inexacta.

La feria se ha instalado este año en la playa de vías de la antigua estación del Grau, un terreno que pertenece a la empresa pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). La empresa gallega les alquiló el terreno. Pero tras presentar los trámites de instalación al ayuntamiento, se les negó el permiso aduciendo que estaban en una parcela «de uso público», algo que está previsto en una modificación del PGOU, pero que aún no es efectivo. La Junta de Gobierno aprobó el pasado viernes la propuesta del servicio de Dominio Público en la que se estimaba el recurso interpuesto por los organizadores y que dejaron sin efecto el veto anterior. Ayer se cumplieron los últimos trámites (inspección de sanidad y control de contaminación acústica) y anoche ya empezó a funcionar. Adif, de hecho, ha prolongado sin cargo la concesión del terreno hasta el 14 de octubre La feria consiste en la posibilidad de consumir marisco gallego, llegado diariamente desde las rías, a unos precios muy competitivos.