El próximo domingo finaliza la fase de la votación definitiva de la cuarta convocatoria de los presupuestos participativos de València, que este año cuenta con una dotación total de 8 millones de euros, uno más que en las ediciones anteriores. Así pues, toda la ciudadanía de València mayor de 16 años y empadronada en la ciudad tiene la oportunidad de decidir dónde se invierte el dinero específico asignado a su distrito, aunque si lo estiman oportuno pueden votar en otro distrito, pero no en dos a la vez. Además, por primera vez los Pobles de València cuentan con una partida concreta, lo que garantiza una mínima inversión en esta consulta ciudadana.
El objetivo de la cuarta convocatoria de los presupuestos participativos es aumentar la participación de las vecinas y vecinos de València. El proceso ya ha adquirido su mayoría de edad organizativamente hablando (con alguna que otra pequeña laguna), pero sobre todo es el momento de que la ciudadanía responda. En 2015-2016 votó solo el 0,9 por ciento del censo. En 2016-2017 se produjo un notable incremento hasta el 2,3 por ciento. En 2017-2018 volvió a aumentar ligeramente hasta el 2,4 %, por lo que para esta convocatoria se espera un nuevo paso adelante. No es fácil movilizar a la ciudadanía y València es de las grandes ciudades del Estado la que mejores números obtiene, pero las 17.554 personas del pasado año todavía siguen siendo muy pocas.
Esfuerzo comunicativo
La Concejalía de Participación que dirige Neus Fábregas ha realizado un esfuerzo comunicativo extra para conseguir que más ciudadanos accedan a la web decicimvlc.valencia.es y formalicen sus votos. Habrá que esperar a la próxima semana para hacer balance. Lo que sí ha crecido año tras año es el número de proyectos que llegan a la fase final de votación, excepto la edición del año pasado por la singularidad de que eran propuestas de ciudad, más ambiciosas económicamente, pero menos cuantiosas. En 2015 llegaron a la fase final más de 150 ideas de los vecinos, en 2016 fueron 115, el año pasado 47 y este ejercicio 202, el récord.
Con cada edición, en cambio, se han reducido el número de proyectos que se llevan finalmente a ejecución. En 2015 fueron 110; en 2016, 71; y el año pasado solo 11, cifra que este año espera recuperar los valores anteriores a la «consulta de ciudad».
Otro asunto que en cierto modo ha desmoralizado a muchas entidades ciudadanas es la lentitud con la que el Ayuntamiento de València está ejecutando todos los proyectos ya aprobados. De 2015 todavía hay 14 propuestas al 50 % de su proceso de ejecución, es decir, que no se han finalizado. De 2016 se han realizado ya el 80,28 por ciento de las iniciativas votadas, mientras que del año pasado solo están listas el 31,82 %. Estos retrasos se deben a la larga tramitación administrativa.
Entre los proyectos que salen a votación este año están la construcción de una piscina en Benicalap, la instalación de baños públicos en el parque Enrique Granados, la rehabilitación de la Alquería de Falcó y sus jardines, o un carril bici en Cardenal Benlloch.
