El artista alcoiano Antoni Miró ha salido al paso esta mañana de la polémica generada por la serie de esculturas eróticas que forman parte de la exposición inaugurada hoy en la Marina de València, en la antigua base deportiva del Alinghi, reconvertida en espacio de exposiciones. Miró ha defendido las esculturas, su ubicación al aire libre, junto al mar y ha animado a las familias a "hablar con naturalidad" del sexo. " Lo grave son las guerras", ha destacado el artista, que exhibe 150 piezas.

La exposición Antoni Miró, que antes de inaugurarse oficialmente ha recibido críticas de colectivos de corte conservador como el Foro de las Familias que consideran que la ubicación en un espacio abierto muy frecuentado por familias con niños no es el adecuado, incluye las esculturas expuestas en el borde de la dársena y varias series de cuadros sobre la eclosión de la Primavera Árabe, el conflicto independentista catalán y el movimiento feminista.

Miró, cuya obra se inscribe en el realismo social, asegura sobre la ubicación de las esculturas que están "hechas para estar fuera" y que es una "polémica de mentes estrechas" y "retorcidas". Dice que a él le gustaría hacerlas incluso más grandes. Recalca que están inspiradas en la cerámica griega, en objetos de uso cotidiano que no escandalizaban a nadie. "Son cosas naturales", ha insistido.

El director general del Consorcio, Vicent Llorens, ha destacado durante la inauguración que la Marina "es un espacio abierto a todos, a la cultura, al ocio, al trabajo, al paseo" y el nuevo espacio de exposiciones de La Base nace con vocación de "agitar" conciencias "sin miedo". Llorens ha destacado que la cultura es un elemento de progreso social.

El coste de la exposición, impulsada por la Generalitat y el Consorcio València 2007, asciende a 110.000 euros, incluido el contrato suscrito por Miró con el IVAM de 35.000 euros para realizar el catálago de la muestra.

El comisario de la exposición, Fernando Castro, ha valorado la recuperación para el arte de un espacio industrial y destacó que la exposición de Miró ha sido un éxito antes de ser inaugurada, en alusión a la polémica suscitada por las esculturas eróticas.