València ha presentó ayer la candidatura del regadío histórico de l´Horta de València como Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO). El acto, respaldado por Ximo Puig, president de la Generalitat Valenciana, el alcalde de València, Joan Ribó, la subdirectora general del Ministerio de Agricultura, Marta Cimas y decenas de autoridades locales y del Consell, sirvió para reivindicar el valor de la huerta periurbana como «uno de los grandes paisajes ricos en biodiversidad» de Europa y el mundo, según explicó la concejala de Horta, Consol Castillo.

València vuelve a estrechar los lazos con la FAO con esta nueva iniciativa que tiene todos los visos de ser reconocida por la organización mundial. Tras convertirse en la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible en 2017, la ciudad también desarrollará un centro internacional para la alimentación sostenible en los próximos años en colaboración con la FAO. La apuesta pues, es más que decidida.

Cambiar la realidad

José María García Álvarez, director de la Cátedra Tierra Ciudadana, explicó que el SIPAM es un reconocimiento que representa «un mensaje sencillo que ayuda a cambiar la realidad». «Representa un reconocimiento a espacios singulares, porque el regadío histórico y l´Albufera contienen reglas centenarias de un modelo de gobernanza que es válido para el planeta, como gestionar la escasez del agua».

La FAO exige que se cumplan cinco criterios para calificar la huerta periurbana como Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial. El primero es que debe proveer de alimentos sanos a la población y medios de vida a la comunidad agrícola; debe promover la diversidad agraria y pesquera; debe respetar el conocimiento local; debe preservar la organización cultural y social; y el sistema debe poner en valor el paisaje. Y València los cumpliría todos.