La nueva ordenanza de movilidad impulsada por el Ayuntamiento de València, que solo permitirá estacionar en las zonas de aparcamiento a los residentes del barrio de Russafa, ha generado discrepancias entre vecinos, comerciantes y visitantes del lugar. El concejal de Mobilitat Sostenible de València, Giuseppe Grezzi, presentó esta iniciativa también conocida como zona verde y que además afecta a Ciutat Vella y Benimaclet.

Por ello, algunos vecinos de la zona se han manifestado a favor de esta nueva ordenanza, aunque consideran que se trata de una medida "complicada" porque es un barrio con mucha afluencia de tráfico, pero con pocas zonas de estacionamiento. Esto comporta que muchos residentes estén entre treinta y cuarenta y cinco minutos para aparcar su vehículo.

"Russafa es una zona de ocio, por lo que se trata de una buena medida porque así posibilita que los jóvenes no cojan el coche y opten por el transporte público y los servicios de taxi", destaca uno de los vecinos de la zona. Además, otra de las residentes del barrio recalca que "los coches son un incordio en la ciudad para las personas que queremos vivir de otra manera".

Por su parte, los comerciantes de la zona se muestran descontentos y sorprendidos con esta iniciativa, puesto que "el transporte público no es muy eficiente y hay coches que llevan aparcados en el mismo lugar varios meses y, por eso, tenemos que aparcar en doble fila". "Podría entender una iniciativa para hacer peatonal y sostenible la zona, pero que solo se limite a vecinos supone marginar la visita a aquellas personas que quieren conocer el barrio", reconoce uno de ellos.