El borrador de la nueva Ordenanza de Movilidad hace hincapié en la necesidad de recuperar el espacio público perdido por los peatones a lo largo de las últimas décadas. Hay que recordar que la mayoría de los desplazamientos en la ciudad se hacen a pie (el 48 por ciento de la totalidad); sin embargo el lugar por el que transitan los viandantes es el que más agresiones ha sufrido en los últimos tiempos, convirtiendo a veces el plácido paseo en un tortuoso camino por las calles de la ciudad. Además de mesas y sillas de las terrazas y la excesiva presencia de mobiliario urbano y señales (incluidas las estaciones de Valenbisi o los propios aparcabicis), las motos en las aceras han sido durante años un gran problema. El Govern de la Nau inició nada más desembarcar en el consistorio un plan para pintar plazas de estacionamiento en la calzada, llegando a triplicar en dos años el número de aparcamientos disponibles. En agosto del año pasado la cifra total en la ciudad era de 5.204 aparcamientos para vehículos motorizados de dos ruedas, un 162,8 % más que tres años antes. Con la nueva ordenanza seguirá permitiendo que las motocicletas se aparquen en las aceras, pero advierte que elaborará «planes zonales» en los diferentes barrios para erradicar esta práctica.

Regulación progresiva

Así, fuentes de la concejalía de Mobilitat Sostenible explican que la nueva ordenanza también «abre la puerta a la regulación progresiva del aparcamiento no regulado de motocicletas sobre las aceras, a medida que el Ayuntamiento continúa ampliando su aparcamiento en calzada. Se realizarán a tal efecto planes zonales que figurarán como Anexo a esta Ordenanza».

Mientras se van elaborando esos planes zonales -la lógica indica que Ciutat Vella será el primer distrito en el que se prohibirá por completo el estacionamiento de motos en las aceras- se seguirá permitiendo aparcar en algunas aceras «bajo determinadas circunstancias, aunque de un modo más racional que en la anterior ordenanza, y en ningún caso permitiendo que se pueda circular con la moto en marcha sobre ellas». Será en espacios peatonales con más de tres metros de ancho, siempre y cuando las motos estén aparcadas en paralelo a la línea de fachada para no interferir el paso de viandantes.

Sin embargo, esta excepción con fecha de caducidad ya no será válida para las empresas que usan las aceras para estacionar sus flotas de motos o motos individuales destinadas al reparto de mercancías o productos. En la mente de todos están las compañías de comida rápida o aquellas de mensajería.

No podrán aparcar sobre las aceras «bajo ningún concepto» y su regulación y tasas para el uso del espacio público «estarán determinadas en las normativas municipales correspondientes».