«No juzgar, acompañar, dar confianza y dotar de herramientas para la transición a la vida adulta». Con esas premisas trabaja el Centre Jove de la Fundación Per Amor a l'Art, un centro de día de apoyo convivencial y educativo para menores vulnerables o en situaciones de riesgo y exclusión social, ubicado en el conjunto Bombas Gens. «Cuando vinimos a Marxalenes no llevábamos este proyecto bajo el brazo, fue el propio barrio el que nos dijo lo que teníamos que hacer», explica Susana Lloret. La directora general de la Fundació Per Amor a l'Art incide en que el objetivo del Centre Jove, dirigido a adolescentes entre 12 y 16 años, «es darles un motivo para esforzarse en buscar un futuro mejor».

Las visitas a varias asociaciones y otros centros educativos vecinos ayudaron a Lloret a colocar el foco sobre las necesidades de la zona y acabaron por dar forma al Centre Jove. «Con la entrada a secundaria muchos chavales pierden el servicio de comedor de sus centros, pasan a tener las tardes libres y no a todos les espera alguien en casa con propuestas interesantes para llenarlas, ayudarles o alejarles del absentismo y los ambientes negativos», recuerda Lloret.

De momento, está previsto acoger a 36 menores, con servicio de comedor, merienda, apoyo extraescolar, talleres de formación pre-profesional, además de actividades de ocio y tiempo libre. La experiencia piloto la pudieron en marcha este verano, y valió la pena. Pero no se trata de una ludoteca, o un lugar a donde ir a pasar las horas, porque además el móvil se deja en la entrada y solo se recoge a la salida. «Nuestra intención es acompañarles y apoyarles en su etapa de transición a la vida adulta, estimular su autoestima y evitar que abandonen el sistema educativo. Y para conseguirlo, trabajaremos tanto con los menores como con sus familias y sus centros educativos», explica Sole Martínez, responsable del área social.

Lloret recalca que este «es un centro sin paredes», pues su ámbito de actuación no se circunscribe al edificio en sí. Se trabaja en otros institutos de la zona, como el Clot, Santiago Apóstol o Doctor Olóriz, ofreciendo actividades extraescolares. La colaboración con el Ayuntamiento de València y la Generalitat, destaca Lloret, ha ido siempre de la mano. «Somos un centro privado, pero con vocación de servicio público», matiza Lloret, quien guió la visita por el Centre Jove acompañada por el equipo de profesores y trabajadores.

El Centre Jove es un edificio de nueva construcción de 1.388 m2 en cuatro plantas, perfectamente integrado en el conjunto rehabilitado de Bombas Gens. El comedor está equipado con una cocina, aspecto muy valorado por Lloret. «Podríamos haber optado por un servicio de catering, pero pensamos que enseñarles a cocinar sería una buena herramienta», razona.