El Ayuntamiento de València pedirá compensaciones a la empresa que realiza las obras del Parque Central por el retraso de los trabajos, que debían haber terminado el 31 de julio y que a día de hoy no tienen fecha de finalización. Solo se sabe que acabarán «pronto», que están «a punto de caramelo», según señaló el alcalde de València, Joan Ribó, durante una visita a las obras del parque, que se encuentran en su fase final a falta del 2% que ocupaba el concesionario de coches y que necesitará una nueva licitación. Por tanto, es cuestión de «semanas, no de meses» la apertura de esta primera fase del proyecto, que linda con los barrios de Russafa y Malilla.

«Todos podemos felicitarnos por este gran parque, que se va a poner en marcha muy rápidamente», dijo Ribó, que advierte, eso sí, de que los trabajos se están haciendo «bien y sin prisa». Acompañado por los concejales Vicent Sarrià y Pilar Soriano, y por el director de la Sociedad Parque Central, Salvador Martínez, anunció, así mismo, que la semana que viene comenzarán las obras de las naves dos y tres para Universidad Popular y centro cultural, ambas directamente abiertas al barrio de Russafa.

«Hoy -por ayer-, mismo está previsto que llegue la última partida de piedra y está por ver que venga perfectamente, por tanto, decir una fecha de acabado no tiene sentido. Lo que puede verse es que la cosa está madura y es normal que haya un retraso en el proceso», dijo Ribó, quien precisó, sin embargo, que quiere «negociar» con la empresa por el retraso de la obra y si fuera necesario «hacer lo que haga falta».

Fuentes municipales recordaron que la última prórroga del contrato expiró el pasado 31 de julio y que los trabajos siguen pendientes de conclusión, por tanto aseguraron que su idea es pedir daños y perjuicios por el retraso de los mismos, un asunto que está contemplado en el pliego de condiciones, aseguraron.

Mensaje optimista

El alcalde, en cualquier caso, se ha mostrado optimista respecto al parque y ha destacado el hecho de que ya se estén conectando los barrios de Russafa y Malilla, «un elemento para intentar cerrar esas heridas que ha provocado el tren» y que deben continuar con el soterramiento de las vías. Sobre este asunto, Ribó admite que puede tardar años, lo que no quita que estén trabajando muy intensamente en ello, explicó.

«La cosas son lentas, pero están a mano. Estas cosas no se hacen en dos días. El proceso que hizo el alcalde Pérez Casado en Serrería tardó años y ahora se está avanzando paso a paso».