La presentación de una escultura de Andreu Alfaro (Rocafort, 1929-2012) donada por Porcelanosa y la inauguración esta semana de una retrospectiva del autor en la Fundación Bancaja ha puesto el foco en uno de los creadores que más piezas tiene distribuidas por el espacio público de València: cinco en total. Desde los jardines de Viveros a la Avenida de Aragón, sus construcciones de múltiples perspectivas se han convertido en uno de los grandes atractivos culturales del «cap i casal».
La última pieza de Alfaro incorporada al patrimonio valenciano ha sido la denominada «Donant-li voltes», donada por el grupo Porcelanosa y colocada en la Calle Colón, esquina con Sorní. Se trata de una pieza de 7,5 metros compuesta por «porterías» dispuestas en forma giratoria.
Pero la ciudad ya tiene otras cuatro piezas de Alfaro en el espacio público, lo que convierte al escultor valenciano en uno de los más presentes en la capital, con esculturas, además, verdaderamente monumentales y urbanas, pensadas para ofrecer una imagen distinta dependiendo del punto desde el que se mire, como explica su hijo, Andrés Alfaro.
Distinto trato
Una de las más destacadas está en los jardines de Viveros, en la esquina interior de las calles Jaca y Cavanilles. Se trata de una obra de gran alzada dedicada a la figura de Ausiàs March. La gran explanada verde en la que está situada potencia sus múltiples caras. Distinta es la situación de la pieza dedicada al mundial de Fútbol de 1982 en la Avenida de Aragón. Pensada para ocupar el centro de la avenida, libre de los actuales aparcamientos, finalmente ha quedado en una rotonda, alejada del público y rodeada de setos que tapan el cuerpo.
Una tercera, con un aspecto diferente a las anteriores, es la dedicada al mundo fallero en la Estación del Norte de València. Y hace unos pocos años se presentó «Adán y Eva», una pieza colocada en el Campus de Tarongers para destacar el hecho de que las mujeres hubieran superado a los hombres en licenciaturas. Un guiño a la igualdad.
La última en inaugurarse ha sido «Donant-li voltes», una construcción fechada en 1976 que ha resurgido ahora, seis años después de la muerte de su autor. Donada por Porcelanosa, completa un catálogo líder en la escultura pública de la ciudad de València y un atractivo más de la misma.
