La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha que anuló en mayo pasado parcialmente la ordenanza contra los circos con animales del Ayuntamiento de Talavera de la Reina ha sido acogida con optimismo por los circos que aún utilizan animales en sus espectáculos y que fueron vetados en 2015 en València por el gobierno tripartito de Joan Ribó.

Así lo explicó a este diario el director del Festival del Circo Mundial-Circ de Nadal, instalado en Alfafar, Eduardo Belltall, quien anunció, tras conocer esta sentencia, su intención de demandar al Ayuntamiento de València por el veto impuesto a los circos con animales sin tener competencias.

Según Belltall, representante de la Asociación de Circos Reunidos, una plataforma surgida en 2015 a raíz del veto de muchos ayuntamientos a estos espectáculos, la actividad de los circos «es tan legal como lo son la exhibiciones con delfines de L'Oceanogràfic o las de rapaces en el Bioparc». «Maltrato son las corridas de toros y los bous al carrer», destacó.

La crisis de los circos

A su juicio, la prohibición de los ayuntamientos a los circos con animales podría incurrir en prevaricación a la luz de la sentencia del TSJ de Castilla La Mancha de la que se ha hecho eco este diario y contra la que cabría recurso ante el Supremo.

La concejala de Bienestar Animal, Gloria Tello, aseguró ayer que la situación en València es distinta a la de Talavera de la Reina porque «cuando se prohibieron los circos con animales a través de una moción (aprobada en junta de gobierno) buscamos una base legal que nos amparase, en concreto, la competencia municipal para autorizar determinadas actividades en la vía pública». «Tenemos una base sólida que ampara nuestra decisión», por lo que «tenemos tranquilidad absoluta». La concejala confió no obstante en que la normativa de la Generalitat que prohibirá a través de una nueva ley de Bienestar Animal los circos con fauna salvaje (y que lleva meses de retraso) salga adelante pronto. Una ley que los empresarios del circo también amenazan con recurrir.

Los empresarios de los circos aseguran que esta prohibición les ha hecho mucho daño y que muchos han tenido que cerrar o reconvertirse. Sin embargo, el circo de Belltall sigue manteniendo a los animales en sus funciones