El Canyamelar sigue firme en su propósito de «independizarse» del Cabanyal. Dieciséis meses después de presentar una solicitud a la Junta Municipal del Marítim para el cambio de la denominación oficial actual, el colectivo «Canyamelar en marxa» denuncia que sigue sin respuesta por parte del Ayuntamiento de València. El pasado 3 de octubre, el Síndic de Greuges admitió a trámite la queja presentada por José Aledón, portavoz de este grupo de vecinos que desde hace años viene reivindicando una nueva realidad con dos barrios diferenciados: Cabanyal por una parte, y por otra Canyamelar. En su escrito al Síndic, recuerdan además que el 31 de mayo de 2017 junto a la petición de recuperación de los nombres tradicionales por separado, se adjuntaban 19 pliegos con 332 firmas de vecinos de las dos barriadas solicitando la modificación del nomenclátor.

Angel Luna González, adjunto primero del Síndic de Greges, contesta que tras haber estudiado la queja solicitan un informe sobre los hechos a la administración afectada, en este caso el consistorio, tal como establece la ley. Aledón lamenta que en este casi año y medio, desde que elevaran la queja por el conducto pertinente, el Ayuntamiento de València no haya respondido de forma oficial y tampoco haya mostrado ningún interés en poner fin a «esta extraña anomalía administrativa» como la califican los vecinos que promueven la iniciativa.

«Todos los barrios de la ciudad, excepto las pedanías tienen nombres sencillos, sin aditivos de las barriadas vecinas», incide Aledón. «Los nombres de los barrios casi siempre hacen justicia a su origen y peculiaridades» - como ha explicado en varios artículos publicados en Levante-EMV- , «con ejemplos como la Seu, la Xerea, o el Mercat tan eufónicos como sencillos, pero el Cabanyal-Canyamelar es una excepción», enfatiza. La principal preocupación de estos vecinos es que el topónimo Canyamelar acabe perdiéndose, fagocitado por el de Cabanyal, como ya ha ocurrido incluso en actos culturales del Ayuntamiento de València.

El debate de la posible reversión del Cabanyal-Canyamelar hacia dos topónimos diferenciados suscita no pocos recelos entre los vecinos, en un momento en el que esta zona de Poblats Marítims reivindica la llegada de inversiones, municipales, autonómicas, estatales y europeas para su anhelada regeneración. Para el equipo de gobierno local - Compromís, PSPV y València en Comú-, han mostrado sus reservas sobre la «urgencia» de la revisión.