El Ministerio de Defensa ha publicado un libro que pone en valor los 175 años de ocupación del Convento de Santo Domingo por parte del Ejército, al que le atribuye la supervivencia del edificio, su conservación y su progresiva apertura al público. Este libro, que lleva por título «El ejécito en el Convento de Santo Domingo de València. 175 aniversario» y es obra de Agustín Puig Bonet, ve la luz en plena polémica por la petición de desmilitarización formulada desde las Corts Valencianes y la negativa del Gobierno a abandonar las instalaciones. Viene a apuntalar por tanto esta decisión frente a las pretensiones de la administración autonómica.

El libro será presentado el próximo 17 de octubre y ya en la convocatoria el general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, Francisco Gan, lo considera «una muestra más de nuestra vocación y compromiso para que los actuales restos del convento sigan constituyendo el preciado conjunto monumental del patrimonio histórico-artístico valenciano y español».

Y es que la publicación recoge los ochocientos años de historia del monumento y destaca la labor del ejército en su conservación durante los últimos 175 años. «Atendiendo a la desaparición de muchos de los conventos desamortizados en 1835 (el de San Agustín, de la Merced, de San Francisco, del Remedio, de la Puridad, de San Cristóbal) son muchos los autores que subrayan la suerte que tuvo el de Santo Domingo al ser cedido al ramo de la Guerra, considerando que gracias a ello es por lo que se ha podido conservar hasta hoy, pues quizá de otro modo hubiera tenido el mismo final que los anteriores, no quedando de él ni recuerdo de su existencia», asegura el autor en sus conclusiones finales.

Conservación y mantenimiento

Es más, Agustín Puig supera el capítulo de la salvación, restauración y recuperación de las instalaciones para destacar «la conservación y mantenimiento de las mismas, que resulta incluso más difícil que lo primero, pues esto requiere un esfuerzo continuado y constante». Finalmente, destaca los esfuerzos del Ejército por abrir el monumento al público, aludiendo a los ciclos de conciertos de música militar, instaurados hace más de treinta años; la apertura a instituciones y organismos oficiales o la adhesión al programa «Palaus Transparents» de la Generalitat Valenciana.

En definitiva, responde a las inquietudes que había manifestado la Comisión de Cultura de las Corts Valencianes, que pidieron la desmilitarización del edificio, su cesión a la administración autonómica para abrirlo al público y una inspección de algunas dependencias en las que se habrían producido deterioros.