El Canyamelar del Marítim es un lugar independiente del Cabanyal, dos topónimos diferenciados en la historia que, en la actualidad, permanecen como barrio unificado, los dos formaron el municipio independiente de Poble Nou de la Mar. Los habitantes del primer barrio continúan reclamando sus orígenes (el historiador José Aledón Esbri se ha convertido en uno de los principales vecinos reivindicativos). Son puntos para el recuerdo del Canyamelar el Rihuet, la popular acequia de Gas o d'En Gasch, además de una parte de la calle de la Reina

El Canyamelar ya es citado por el historiador Orellana en 1800 y son varios los viajeros que dejaron testimonio del cultivo de la caña de azúcar (canyamel) en el lugar. Son puntos para el recuerdo el Rihuet -actual calle de Francesc Cubells-, la popular acequia de Gas que divide los dos barrios -actual avenida del Mediterrani-, de la que se conserva una fotografía de 1851 obra del fotógrafo Pascual Pérez y Rodríguez, además de una parte de la calle de la Reina con la casa del intrépido Dombon, quien a mediados del siglo XIX inventó el Pájaro Volador, convirtiéndose así en uno de los pioneros de la aviación, todo en una época donde se habían puesto de moda los baños de mar en periodo estival y la afluencia de veraneantes procedentes de la ciudad que alquilaban las barracas y alquerías del lugar. Sus fiestas recuerdan la Semana Santa Marinera y a su patrón el Santísimo Cristo de los Afligidos,. Hace ya algunos años tuve el honor de escribir sus gozos por mediación del cofrade y amigo José Ángel Crespo. Su última estrofa dice: «Cristo de los Afligidos/ en cruz de madera y sal/ por todo te han elegido/ Patrón del Canyamelar.»

En Valencia permanecieron cultivos residuales del canyamel en el Marítim, precisamente en el área del así titulado Canyamelar

El cultivo de la caña de azúcar tiene antecedentes árabes. Se desarrolló en la vertiente mediterránea entre los siglos XIV y XV, principalmente en Andalucía donde se encontraban zonas idóneas para su desarrollo. Su decadencia se produjo tras la expulsión de los moriscos y ya en el siglo XVIII se produjo una importante reducción de su cultivo, según apunta el botánico Cavanilles. Además, la reforma arancelaria de 1869 hirió gravemente la fabricación de azúcar y, por consiguiente, el cultivo del canyamel. Se transformaron y desaparecieron los ricos marjales de Castellón, los de Benipeixcar, Gandía y la Valldigna. En Valencia permanecieron cultivos residuales en el Marítim, precisamente en el área del así titulado Canyamelar, aunque por los años desaparecieron por completo.

Francisco Balaguer y Primo (Carlet 1841-Madrid 1880) fue un ingeniero agrónomo que estudió el cultivo de la caña de azúcar. Se especializó en química mecánica y fue autor de diversas monografías industriales como la cría del gusano de seda, la fabricación de jabones, conserva de carnes, elaboración de esencias, vinos, aguardientes y, sobretodo su estudio Las Industrias Agrícolas (1877) en las que explicaba modernos procedimientos para obtener una mejor producción del proceso agrícola, acercando la industrialización a la agricultura. En su obra Cultivo de la caña de azúcar. Fabricación y refinación de los azúcares (Madrid, 1877), incluye grabados de prensas hidráulicas, turbinas y maquinaria movida por el vapor, además de diversas plantas e instalaciones para la elaboración azucarera.