A escasas semanas de la apertura del aparcamiento de la plaza de Brujas, el Mercado Central trata de conseguir del ayuntamiento las mejores prestaciones para que, además de ser un lugar donde dejar los automóviles, se convierta en un reclamo para acudir al más tradicional de los espacios de comercio de la ciudad. Así, han solicitado para esta semana una reunión con el concejal de movilidad, Giuseppe Grezzi, presidente del consejo de administración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), a la sazón responsable de la gestión de dicho aparcamiento, cuya puesta en funcionamiento está prevista para el 8 de diciembre.

El presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Francisco Dasí, inició ayer la ronda de conversaciones con el edil de mercados, Carlos Galiana, con el que, aparte de despachar temas sobre la accesibilidad o limpieza del sótano (cuestiones propias de la gestión periódica del recinto), trasladaron sus inquietudes sobre esa futura acción sobre el aparcamiento. «Hemos encontrado compromiso y ha entendido nuestras peticiones», aunque, realmente, no dependen de este departamento, sí que consideran importante la existencia de esa «comprensión». En esencia, las dos reivindicaciones hacen referencia a los precios y a la carga y descarga. De la primera surge el deseo de conseguir unas tarifas económicas para la asociación, de tal manera que puedan, a su vez, repercutirlas sobre los compradores en forma de promociones y descuentos u horas gratuitas por el estacionamiento, una fórmula extendida en todo tipo de aparcamientos cercanos a grandes zonas comerciales.

La otra petición es que la carga y descarga pueda mantenerse a ras de suelo durante las últimas horas de la madrugada por una cuestión de operatividad «porque en ese momento se produce un movimiento muy grande de mercancías y es absolutamente necesario hacerlo a ras de suelo. A partir de ahí sí que aceptaríamos el trasladar ese movimiento a la conexión del parking con el mercado».