El presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, Juanjo Rausell, ha defendido este martes a Efe que con las actuales técnicas de trabajo aplicadas a la panadería artesana han conseguido elaborar un producto más saludable.

Rausell encabeza la representación de panaderos que con motivo del Día Mundial del Pan se han dado cita en la plaza del Ayuntamiento de València, donde se han reunido algunos de los mejores panaderos de la ciudad para defender el pan artesano y de calidad.

El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia ha ofrecido una degustación gratuita de panes artesanos a quienes se han acercado hasta la plaza, formándose largas colas para poder probar las distintas variedades presentes en este encuentro.

Rausell ha explicado que el de Valencia es el gremio más antiguo que existe en España: "Tenemos una pequeña pelea con Barcelona, pero nosotros lo tenemos datado y ellos no. Son 560 años, por lo que estamos aquí desde antes del descubrimiento de América".

Ha insistido en que aunque se trata de panadería artesana y de larga tradición, con las nuevas formas de trabajar han conseguido panes más saludables gracias a "haber bajado el índice glucémico del pan y a través de largas fermentaciones. Vendemos pan saludable", ha defendido.

También ha estado presente en esta muestra de panes Salvador Pla, repostero y propietario de la pastelería Monpla de València y que recientemente ha sido galardonado como Pastelero Mundial 2018.

Pla ha explicado que, tras años como pastelero, decidió dar el salto también a la panadería por inquietud. "Amo el oficio y me encanta", ha señalado Pla, a quien algunos compañeros de profesión le comentan que aunque tan solo lleva diez años haciendo pan se le da "muy bien".

"La masa madre y las horas de fermentación es lo que funciona. El pan rápido no existe", ha señalado a Efe Pla, quien insiste en que "la panadería tiene que ser lenta".

A esta cita no ha faltado tampoco Mamen Clemente, del horno "Netes de Rafaelet" del barrio de Nazaret y ganadores del primer premio de panes especiales de 2018 de València por sus elaboraciones de pan capuccino y el de harina de algarroba, los dos premiados de esta edición.

Asistentes a esta degustación han coincidido en destacar que la gente está volviendo al pan tradicional y artesano y está dejando de lado el industrial con el objetivo de "encontrar pan como toca".