Los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) permitirán la entrada de mascotas, pequeñas o medianas, siempre en transportín.

Gatos y perros, además de otros animales de compañía que no sean peligrosos, podrán acompañar a sus dueños en receptáculos homologados.

Las cajas no podrán abrirse en ningún momento del trayecto, además de que los dueños intentarán evitar molestias al resto de pasajeros. Prohibiciones que quedarán debidamente especificadas en el nuevo reglamento. Se levanta así una negativa que no afectaba a los perros lazarillos.

El objetivo de la Concejalía de Benestar Animal y la de Mobilitat Sostenible es conciliar las reclamaciones de los propietarios de mascotas con los derechos de los usuarios de la EMT. En principio, y a falta de la presentación que realizarán hoy los concejales Glòria Tello y Giuseppe Grezzi, València va en la línea de lo que ya se aplica en ciudades como Madrid o Barcelona, donde está permitido el acceso, siempre con restricciones.

En ambas ciudades solo se permite un animal por persona y deben tener la licencia y la certificación acreditativa de inscripción en el registro municipal.

Nueva normativa para el traslado de animales en transporte público

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En cualquier caso, la caja transportadora en un lugar seguro para evitar que una frenada brusca comporte un desplazamiento peligroso para el resto de pasajeros. La entrada de mascotas a los autobuses de la EMT era un compromiso que ambos ediles, Tello y Grezzi, llevaban en el programa electoral de Compromís antes de las últimas elecciones municipales de 2015.

La iniciativa, defendida férreamente por Tello desde el principio de la legislatura, ha suscitado reticencias en los conductores, por la posible fuente de conflictos entre los usuarios del servicio. Especialmente por el posible tema de alergias o malos olores. De ahí la necesidad de acometer modificaciones en el reglamento, que este verano salió a participación pública. Aunque el comité de empresa de la EMT se mostró contrario inicialmente, CGT se mostraba partidario de recoger las peticiones al respecto de los clientes.Falta de espacio y malos olores

Uno de los principales motivos que esgrimían los conductores hace unas semanas es la falta de espacio. «Ya es bastante problemática la ubicación dentro del bus de pasajeros, sillas de ruedas, carros de bebé, de compra, bicicletas y patines plegados, como para ahora añadir animales compartiendo el espacio», indicaban.

Además, hablaban de problemas de higiene provocados por los animales, en caso de que hicieran sus necesidades. Algo que de ocurrir no debería tener mayor trascendencia, pues las mascotas viajarán en todo momento en el transportín, sin que se pueda abrir la puerta. El nuevo reglamento sustituirá al que funciona desde 2005.