Las oposiciones para oficial en la Policía Local de València han dejado patente una vez más que pese a todo lo avanzado durante estos últimos años, sigue habiendo dentro del cuerpo un techo de cristal que muy pocas logran superar.

Según las notas de corte, que no son definitivas porque todavía está abierto el plazo de recursos, solo una mujer se encuentra entre los 39 seleccionados para cubrir dichas plazas por promoción interna y ninguna por movilidad.

En últimas oposiciones a inspector también hubo una única mujer que ascendió a inspectora. En contraposición y valorando el escaso número actual de mujeres entre los mandos cabe destacar el nombramiento en abril de este mismo año de una comisaria.

Este bajo porcentaje de mujeres en los puestos de mando, visible en las pruebas de ascenso a oficial, choca más si cabe teniendo en cuenta que en estas últimas oposiciones, convocadas tras más de una década paralizadas, de los 323 aspirantes que se presentaron por movilidad 275 eran hombres y 48 eran mujeres.

Esto supone cerca de un quince por ciento de candidatas, pero solo una de ellas ha entrado en el corte de las 39 plazas, es decir un 2,5 %.

El resto de ellas ha ido cayendo durante las distintas pruebas y exámenes, aprobando finalmente apenas cinco de ellas, de las cuales solo una pasa el corte por nota. Las fuentes consultadas por este periódico achacan esta situación a que se ha ido suspendiendo a aquellas que por méritos sí que hubieran pasado de sobra el corte en las notas definitivas.

Para lograr la plena igualdad de la mujer en el acceso a los puestos de Policía Local, la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, apuesta por establecer una cuota reservada, como ya ha hecho este año con las nuevas plazas para agente en un 30 por ciento.

«No hay ninguna otra fórmula que asegure el espacio de la mujer en la policía o en la política», explica Menguzzato, quien reconoce que el hecho de que haya una sola mujer como oficial responde a que «el techo de cristal es una realidad».