Las entidades vecinales tomaron ayer la palabra en el Debate de la Ciudad para poner en solfa los fallos del Govern de la Nau.

Los vecinos del entorno de Polo y Peyrolón recriminaron al alcalde, Joan Ribó, la falta de respuesta a las quejas vecinales y la falta de limpieza en las zonas verdes preguntándose «para qué sirven más jardines si están abandonados» y con alcorques plagados de malas hierbas y mosquitos.

«Los jardines dan pena y la avenida Blasco Ibáñez es un estercolero». «Tendrían que patear la calle y sabrían lo que la ciudad necesita», apuntó la presidenta de esta asociación, Adelaida Milla.

La Asociación Cultural el Carpesano Peña Taurina hizo una defensa encendida de las tradiciones taurinas de las pedanías criticando la abolición del «bou embolat i en corda» por parte del Govern de la Nau, una medida de la que antes había sacado pecho Joan Ribó, asegurando que «el 'bou embolat' volverá» porque el gobierno de Ribó va a ser «una anécdota».

Víctor Pons acusó en varias ocasiones a Ribó de «dictador» y no dudó en culpabilizar a Compromís de que València «sea un atasco continuo» y de reducir las inversiones en las pedanías de 11 a 4,5 millones al año. El portavoz de la peña taurina arremetió igualmente contra las restricciones al coche en València y criticó el, a su juicio, trato discriminatorio al castellano en À Punt.

En un tono más medido pero igualmente crítico, intervino la Asociación Valencia Acull. Eva Climente reclamó un mayor control de los alquileres para evitar subidas desproporcionadas, incidiendo en los problemas para acceder a la vivienda de los inmigrantes, al enfrentarse al racismo y la inmigración poniendo el dedo en la llaga sobre los desahucios.Un aumento de la droga

Reconociendo avances y el cambio en la manera de hacer de política pero sin dejar de criticar la falta de resultados intervinieron los representantes de la Asociación Vecinos Cabanyal y de Salvem el Cabanyal.

La venta de droga, los graves problemas de convivencia y el abandono del patrimonio histórico municipal han sido los problemas señalados por los vecinos. «Estamos peor que antes porque los delincuentes y narcotraficantes se apoderan del barrio y no la ciudadanía», según Empar Alberto.

El portavoz de Salvem, Faustino Villora, por su parte, destacó los avances en el ARRU y la rehabilitación de viviendas por parte de los particulares, también en la mejora de la limpieza, pero no en políticas sociales ni en la regeneración urbanística.

Villora reclamó al alcalde que cumpla su palabra. «Necesitamos resultados» y reprochó al PP que no hayan reconocido «el gran sufrimiento que han causado en el barrio» que «intentaron destruir», «sin mostrar ningún arrepentimiento».

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, por su parte, puso el acento en la lentitud de la tramitación de los proyectos de participación ciudadana pidiendo la aprobación del reglamento y que no se incluyan proyectos de ciudad como la remodelación de la Alameda, que entienden requiere un debate más amplio. Broseta llamó la atención igualmente sobre la falta de concreción de proyectos como los famosos intercambiadores de la EMT, la deuda de la Marina de València y los retrasos en el Parque Central.

Las mejoras en accesibilidad para las personas discapacitadas y en el centro de acogida de Ayora han sido otras de las reivindicaciones que se escucharon en el tercer debate sobre el estado de la ciudad.