Russafa tendrá quince sensores acústicos repartidos por todo el barrio para medir el nivel de ruido. El proyecto se aprobó a través de la Consulta Ciudadana de Inversiones en barrios de los proyectos participativos 2016 y permitirá la confección de un mapa -real - del ruido. Se trata de una reclamación reiterada de colectivos como Russafa Descansa, hartos del exceso de decibelios que provocan los locales de ocio y las terrazas. Además de los sonómetros, está prevista también la instalación de siete paneles informativos en diversos puntos, y donde por su afluencia sea conveniente la colocación de los mismos. El objetivo no es otro que el de controlar la contaminación acústica existente, pero además concienciar y sensibilizar a la población.

Los medidores monitorizados fijos se instalarán en lugares concretos, creando así una red de vigilancia del ruido de manera autónoma y continua las 24 horas del día, durante los 7 días de la semana. La instalación está prevista para el primer semestre de 2019, aseguran desde la regidoria.

«Desde el Gobierno de Joan Ribó queremos concienciar tanto a ciudadanos como visitantes de la importancia de conseguir unos niveles sonoros ambientales que permiten compatibilizar y armonizar los derechos al ocio y al descanso», señala Pilar Soriano (Compromís), concejala que lleva el área de contaminación acústica. Según Soriano, se cumple con lo que una ciudad del siglo XXI demanda, «con el objetivo final de ayudar a la reducción progresiva de estos niveles sonoros y obtener una mejora de la calidad acústica de la zona».

La asociación Russafa Descansa se ha mostrado muy activa durante esta legislatura del Govern de la Nau, denunciando periódicamente el ruido que soportan los vecinos de este barrio de l'Eixample. En enero de este mismo año recriminaba al consistorio la apertura de nuevos locales hosteleros pese a la limitación que entró en vigor en 2014, incidiendo en que el consistorio era el principal responsable de ello. «Hemos detectado que hay un 20% más de locales y en pleno verano continúa la apertura de más recintos», aseguraban el pasado mes de julio.

Suspensión de licencias

En septiembre, la Plataforma per Russafa, Russafa Descansa y Russafa Veïnal presentaron una moción para pedir que se declare Russafa como Zona Turísticament Saturada, de acuerdo con lo que dispone la nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad de la Comunitat Valenciana «por la situación pública y notoria de saturación y problemas de convivencia que tiene el barrio». Además, plantearon la suspensión de la tramitación y concesión de nuevas licencias y declaraciones de obras y actividades de cualquier tipo de viviendas de uso turístico, o nuevos usos terciarios hoteleros en cualquier edificio del barrio.