«Una ambulancia por favor, llamar a una ambulancia». Es lo único que pudo decir un joven tras precipitarse desde una altura de cuatro pisos y salvar milagrosamente la vida al ser amortiguado el golpe por las ramas de un naranjo en una finca de Benimàmet.

Pese a la tremenda caída, el herido todavía tuvo fuerzas para levantarse y tocar al telefonillo de una vecina pidiendo ayuda. Al parecer, la caída accidental se produjo cuando éste estaba solo en casa y trataba de alcanzar las llaves del coche, según explicó a duras penas y chapurreando español a los agentes que lo auxiliaron.

Los hechos ocurrieron en el camino Nuevo de Paterna en la madrugada del pasado miércoles, en el valenciano barrio de Benimàmet. Eran aproximadamente las tres cuando a Luisa la sobresaltó el sonido del timbre del telefonillo. «Me había quedado traspuesta en el sofá y no sabía quién podía ser a esas horas», explica esta vecina de la finca. Su interlocutor solo pedía una ambulancia. Así que rápidamente el hijo de 36 años de esta vecina se vistió y bajó a ver qué ocurría.

En la calle, con la cara totalmente magullada y rasguños por el cuerpo, se encontró a un vecino de esta misma finca, residente en el cuarto piso. Asimismo, las ramas del árbol situado justo abajo del balcón estaban quebradas, por lo que todo hacía indicar que éste se había precipitado sobre el naranjo.

Hasta el lugar acudieron varias patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional. Al preguntarle al herido por lo ocurrido, éste explicó que estaba tratando de coger las llaves y que su mujer no estaba en casa para pedirle ayuda. Una ambulancia del SAMU lo trasladó al Hospital La Fe de València con lesiones leves. El naranjo le había salvado la vida.