Cada día son más los taxis de València que llevan la placa de matrícula de atrás en color azul con las letras y números en blanco. Todos los vehículos nuevos las incorporan ya y en el mes de julio del año que viene todos deberán portarlas.

Es la manera que ha ideado la Dirección General de Tráfico (DGT) y las entidades sindicales para luchar contra la piratería, uno de los problemas más graves que hay en el sector. Algunos colectivos de taxistas, no obstante, miran con recelo esta medida, no por el objetivo en sí, sino porque también habrán de llevar la matrícula azul y por el mismo motivo las plataformas de VTC (Vehículos de Turismo con Conductor), a las que le tienen declarada la guerra por considerarlas unos intrusos. Tanto es así, que esta misma semana han presentado un recurso contra la medida.

Fue el pasado mes de julio cuando la DGT modificó el Reglamento General de Vehículos para distinguir a los taxis y los vehículos de plataformas como Uber o Cabify, de aquellos vehículos que actúan como estos pero sin regulación alguna. Es decir, contra los taxis piratas, que proliferan en las grandes ciudades y muy especialmente en los aeropuertos y en las zonas de costa con elevados niveles de turismo residencial.

No era una medida para aplicar de inmediato ni en todo el coche. Solo se debe cambiar la matrícula trasera y tienen de tiempo un año, es decir, hasta el próximo mes de julio, para hacer el cambio. Pero las placas azules ya empiezan a ser habituales en las calles.

Según fuentes del sector, todos los nuevos vehículos deben salir ya con la placa trasera azul y también se van incorporando a esta medida aquellos que van pasando la obligatoria Inspección Técnica de Vehículos.

En principio, la medida salió adelante con el apoyo de las principales plataformas de taxistas, pero hay una parte que se resiste a aceptar esta regulación por equiparar al taxi de toda la vida con las plataformas Uber y Cabify e incluso privilegiarlas, lo que de alguna manera significa equiparación de derechos y asunción de una forma de transporte de personas que rechazan y que consideran muy nociva para el sector.

Una de estas entidades contrarias es la Federación del Taxi de València, cuyo portavoz, Fernando del Molino, cree que la matrícula azul es «una señalización más de las muchas que tienen» los taxis y que no va a suponer ningún cambio. «Lo que hace falta es que haya mas control sobre los coches piratas y más sanciones, porque ¿ahora quién controlará a los coches que no lleven la nueva matrícula?», se pregunta.

Hay, además, un elemento que va contra los taxistas y es que «al tener matrículas azules también los coches de Uber o Cabify estos serán más fáciles de identificar y la gente los podrá coger por la calle, sin necesidad de utilizar la APP». De hecho, «ya hay muchos de estos coches que se ponen en el entorno de las discotecas por las noches para captar clientes de forma directa», aseguró Fernando del Molino.

Su propuesta, por tanto, es que todo siga como antes. «Los taxis ya están bastante identificados, lo que hace falta es más control», insiste. Así pues, la asociación a la que pertenece la Federación Sindical del Taxi, que es Antaxi (Asociación Nacional del Taxi) ha presentado un recurso contra esta medida concreta de las matrículas azules. Ese recurso fue presentado, según Fernando del Molino, la semana pasada.

En el Área de Prestación Conjunta de València, que incluye a la capital y su área metropolitana, hay alrededor de 2.800 matrículas de taxi