La concejalía de Agricultura, Horta i Pobles de València ultima el proyecto de construcción de un pozo de riego que acabe con los problemas de suministro que sufren los campos de cultivo y los agricultores del sudeste de la ciudad, una zona que se rige bajo la jurisdicción de «Francs, Marjals i Extremals» (del siglo XIV) y que comprende la huerta de la Font d'En Corts, la Fonteta de Sant Lluís, parte de la Punta, Castellar-l'Oliveral, la parte oriental de Forn d'Alcedo y parte también de Pinedo.
La concejala de Agricultura, Consol Castillo, que es también Comisaria de «Francs, Marjals i Extremals», se reunió ayer con el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHJ), Manuel Ignacio Alcalde, al que le trasladó este importante proyecto con la finalidad de que la Confederación dé el visto bueno a la construcción de este pozo de riego.
La CHJ ha de autorizar la concesión de aguas subterráneas para este nuevo pozo proyectado para el riego agrícola de la zona de la Font de Sant Lluís y la Font d'En Corts, con el cual se pretende completar el caudal disponible circulante para fomentar la implantación de una agricultura profesional en esta importante área periurbana de huerta protegida.
Si las autorizaciones se producen en tiempo y forma, este nuevo pozo agrícola podría entrar en servicio en el primer semestre del próximo año, en un esfuerzo conjunto realizado entre la concejalía de Agricultura y el Ciclo Integral del agua, de la Concejalía de Desarrollo Urbano, de Vicent Sarrià, que se sería la que ejecutaría las obras.
Francs, Marjals i Extremals es un sistema de acequias del siglo XIV que riega 200 hectáreas de huerta.El sistema hidráulico se alimenta de los brazos de Favara y Rovella y canalizaciones (extremals) que recogen los sobrantes de los brazos del norte del Tribunal de les Aigües. La peculiaridad es que cuenta con su propia normativa, ajena al poder del Tribunal.
En la actualidad los agricultores que todavía luchan por mantener fértiles unas tierras rodeadas por carreteras (V-15, V-30) y otras infraestructuras (Mercavalència, la depuradora de Pinedo, las vías del tren y nuevo cauce), tienen dificultades tremendas para contar con agua suficiente.
El riego se obtiene de una bomba extractora para mantener seco el paso inferior de la rotonda de los anzuelos y de los sobrantes de la acequia de Favara. La presión urbanística y la falta de un caudal disponible ha producido un progresivo abandono de la actividad agraria, de ahí que los labradores reclamen la construcción de este nuevo pozo.
