La ciudad de València se prepara para vivir una de sus noches más agitadas en cuanto a movimiento humano. La festividad de Halloween, exportada hace años, se ha convertido en una gran cabalgata de disfraces en la que miles de personas pasearán por la ciudad disfrazadas, tanto para asistir a las diferentes fiestas que se celebran en locales como simplemente por callejear.

Pero se trata de una fiesta complicada, porque no se trata de un festejo «institucional». Es, simplemente, un hilo argumental para salir. Con el consiguiente riesgo de consumo de alcohol y drogas y ruido. Por todo ello, el ayuntamiento ha preparado un operativo que, en la medida de lo posible, minimice el impacto de una jornada que no forma parte de ningún tipo de calendario festivo.

Así, la Policía Local reforzará su dispositivo en aquellas zonas que podrían registrar más incidencias a través de servicios estáticos y controles de drogas y alcohol. Estarán a disposición 171 agentes, una cifra similar a la del año pasado cuando el dispositivo contó con 170 (más del diez por ciento del total de la plantilla), que velarán porque la noche discurra con la mayor tranquilidad posible.

En cualquier caso, el operativo empezará a primera hora de hoy: a las ocho de la mañana ya estarán instaladas las vallas y contenedores en los lugares que se pretende blindar para evitar las actitudes incívicas. fundamentalmente, las plazas de la Reina, Virgen y Carmen.

Zonas sensibles

La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, aseguró ayer que el dispositivo «se ha reforzado en aquellas áreas más sensibles para minimizar el impacto que Halloween pueda tener entre los vecinos y vecinas. Es una fiesta que cada año convoca a más personas y hay que garantizar el derecho al descanso de todos aquellos y aquellas que no salgan esa noche». Razón por la que «hemos reforzado controles y vigilancias», aunque, a la hora de la verdad, la clave la tienen los propios participantes: «apelamos a la responsabilidad de todos y todas las que salgan la noche del 31 de octubre».

Los controles se centran en los lugares de mayor concentración de juventud susceptibles de albergar «botellones». Así, los habrá en la plaza del Carmen, plaza de España, en la zona de la Cruz Cubierta, Ayuntamiento, Doctor Landete y Barón de Cortes, Paseo Marítimo, plaza de Benimaclet y solar de la calle Lliri blau, área de Blasco Ibañez, avenida de Tarongers, plaza de la Virgen y plaza de la Reina.

También se establecerán dispositivos estáticos de control de velocidad, alcoholemia, estupefacientes, seguridad ciudadana y documentación en las zonas de acceso y salida de los diferentes puntos de interés y se realizarán inspecciones de establecimientos públicos y actividades recreativas con especial incidencia en zonas ZAS y locales en donde previamente se tenga conocimiento de la celebración de espectáculos para el control del aforo o presencia de menores.