El alcalde de València, Joan Ribó, defendió ayer la gestión «eficaz» del gobierno tripartito (Compromís, PSPV y València en Comú) y aseguró que los presupuestos municipales del año próximo son «los más altos de la historia».

El Govern de la Nau, que el año próximo volverá a echar mano de los créditos y solicitará préstamos por valor de 18 millones de euros para, según argumentó el alcalde, adelantar inversiones, tiene previsto un aumento de los ingresos del Ayuntamiento de 37 millones, que se destinarán, tal como destacó Ribó, «a mejorar los servicios», en especial, la limpieza, el transporte público y los parques.

La intención del tripartito es dejar los organismos y empresas municipales saneadas, incluida la EMT, empresa para la que el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llegó a pedir su disolución, y que al final del mandato podrá «volar sola», con un resultado patrimonial positivo, a costa eso sí de aportaciones municipales, y que podrá optar a ayudas europeas para renovar la flota de autobuses, apuntó Ribó.

El Ayuntamiento de València aportará el año próximo a la EMT 65,5 millones de euros, una inversión récord que sacará a la empresa de transporte de los números rojos.

Plan de ajuste y deuda

Ribó destacó como uno de sus logros haber sacado al ayuntamiento del plan de ajuste y reducir la deuda a la mitad del máximo histórico a que llegó con el PP», situándose a final de año en 446 millones de euros (292 menos que en 2015). También mejorar la recaudación fiscal, con 10 millones extra de la lucha contra el fraude y otros cuatro millones más por la gestión de las multas incobrables tras la firma del convenio con la Generalitat para embargar a infractores de otros municipios.