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Aportación económica

València pide ayuda al Consell y a la CHJ para mantener el colector norte

El gigantesco atasco de las toallitas y el alto coste económico del mismo ha sido el detonante

Los presupuestos del Ayuntamiento de València han confirmado el enorme agujero que está abriendo en las cuentas municipales el colector norte, más exactamente la limpieza del atasco que han producido a lo largo de los años los productos de higiene personal (toallitas, bastoncillos, discos desmaquilladores etc.) y también la necesidad de hacer la prolongación desde Natzaret hasta Pinedo.

Así pues, los responsables municipales se han propuesto pedir a la Generalitat Valenciana y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) una aportación económica para afrontar estos trabajos en el futuro, aportación que podría obtenerse del canon de saneamiento que cobra a los vecinos la Entidad Pública de Saneamiento (Epsar).

Para el próximo año, la cantidad destinada al colector norte en los presupuestos municipales supera los 3,5 millones de euros, una de las más importantes dentro del capítulo de inversiones, solo por detrás de la Plaza de la Reina, que es el proyecto estrella, y la inversión en Jardines.

De ese dinero la mayoría es para la limpieza del atasco y el mantenimiento del colector, unas labores en las que ya se han gastado a lo largo de los dos últimos años no menos de ocho millones de euros. Es decir, el coste del atasco va ya por los 10 millones de euros y sigue estando pendiente el proyecto de prolongación del colector hasta Pinedo, que incluye también un depósito de tormentas.

En conclusión, hace falta mucho dinero para resolver todos estos problemas y el Ayuntamiento de València no está dispuesto a cargar con todo. Así pues, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, cree que es necesario pedir ayudas a las administraciones que pueden decir algo en este sentido, que es la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Generalitat Valenciana.

Su idea sería firmar un convenio entre las tres Administraciones para financiar este tipo de obras conjuntamente. Y el dinero podría obtenerse, todo o en parte, del canon de saneamiento que la Entidad Pública de Saneamiento (Epsar) cobra a los vecinos en el recibo del agua.

Ramón Vilar atribuyó el atasco de las toallitas a la falta de mantenimiento que ha habido en los últimos 25 años. Y entiende que ahora este atasco no puede ser considerado un problema de mantenimiento del que deba hacerse cargo al consistorio, sino «una gran reparación» en la que deberían estar implicadas las tres administraciones, empezando por la Confederación Hidrográfica del Júcar, que depende del Ministerio de Medio Ambiente. Se trata, en cualquier caso, de una idea que maneja el consistorio y que habrá que madurar, advierte.

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