Derribo, rehabilitación o reedificación. El destino de los degradados bloques portuarios (grupo Manuel Solís) del Cabanyal y sus 168 viviendas, muchas de ellas ocupadas, está más cerca de despejarse.

El concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, se reunió ayer con los propietarios para explicarles el estudio de alternativas que ha entregado la empresa municipal Aumsa y que, como informó este diario, incluye tres escenarios con un coste que estaría entre los 10 y 15 millones de euros. El documento de estudio de alternativas «servirá de base para que el gobierno municipal, junto a la Conselleria de Vivienda, establezca una hoja de ruta», explicó ayer Sarrià.

La solución para este grupo residencial construido en los años 50 para alojar a familias de los trabajadores del puerto y que el anterior plan de la prolongación de Blasco Ibáñez, ya derogado, dejaba fuera de ordenación y condenaba al derribo, «es compleja», destacó Sarrià.

Así lo evidencia el informe estructural de los bloques realizado, por encargo de Aumsa, por el arquitecto Adolfo del Rincón y el ingeniero, José Enrique Bachiller, que cifra en casi seis millones de euros solo el coste de la consolidación estructural del edificio (sin contar la posterior rehabilitación y las posibles indemnizaciones).

Los expertos han podido visitar el 41 % de las 168 viviendas de los Portuarios, esto es, 69 viviendas, de las cuales 8 presentan daños graves, 31 moderados y otras 30 leves.

Según este informe el edificio presenta un importante deterioro estructural, derivado sobre todo de la mala calidad del hormigón (en el que se empleó arena de playa, como así lo indicarían los restos de conchas marinas hallados en las catas) y la falta de mantenimiento prolongada. Pese al mal estado de los forjados y las vigas, los problemas de humedades, la pérdida de material de revestimiento de las fachadas y las preocupantes grietas detectadas, el edificio es recuperable, aunque requiere una consolidación integral y cara, cifrada en 5,9 millones de euros por el citado informe.

«No se trata únicamente de una decisión política, sino que las soluciones propuestas se basan en un estudio serio y riguroso de las distintas alternativas disponibles», explicó el concejal a los vecinos, que llevan meses esperando una solución.