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Actividad comercial

El Cabanyal incorpora medio centenar de bares y alojamientos en 3 años

Los negocios hosteleros y el pequeño comercio experimentan un intenso repunte entre 2015 y 2018 Inmobiliarias, fruterías y oficinas van al alza

Uno de los nuevos locales abiertos en el Cabanyal. fernando bustamante

La actividad económica y comercial resurge en el barrio del Cabanyal a pesar de las dificultados y demoras en las medidas de regeneración urbanística y social anunciadas por el Govern de la Nau.

Los emprendedores han puesto sus ojos en este barrio del distrito marítimo donde en los últimos cuatro años se han tramitado 54 nuevas licencias de actividad calificada, esto es, restaurantes, cafeterías, alojamientos turísticos y otros negocios que requieren una licencia ambiental por las molestias que puedan generar a los vecinos, como clínicas de medicina o veterinarias, lavanderías, talleres o supermercados.

Del resurgir del comercio y la actividad económica en el Cabanyal son prueba los más de 500 expedientes de licencias inocuas (donde se inscriben desde peluquerías hasta fruterías pasando por academias, inmobiliarias y oficinas) que se han tramitado en los últimos años en la junta de distrito del Marítimo.

Fuentes de la junta, que preside Gloria Tello, confirmaron que en el barrio «hay mucho movimiento» de pequeños negocios. En estos momentos, se están tramitando más de 1.100 expedientes de obras y actividades en la junta, lo que denota el interés creciente que suscita el barrio.

En relación a las licencias de actividad, los datos facilitados por la concejalía de Actividades denotan que las solicitudes de petición de licencia han seguido una evolución desigual. Si el año 2015 se tramitaron 14, la cifra en 2016 pasó a solo siete, mientras que en 2017 hubo un repunto con 23 solicitudes de licencia, cifra que ha vuelto a bajar este año, cuando hasta ahora se han tramitado 10 licencias de actividad calificada.

Las zonas más favorecidas por la implantación y apertura de nuevos negocios coinciden con las calles que se han reurbanizado en los últimos años, como la céntrica calle de la Reina, donde florecen los negocios de hostelería.

Una imagen que contrasta con las zonas con más problemas de delincuencia, inseguridad y drogas, en el entorno de San Pedro y Progreso, donde todavía no se aprecian las medidas de regeneración.

Entre los nuevos negocios impulsados en los últimos años destaca Barracart, una edificio de apartamentos turísticos ubicado en un inmueble histórico de la calle Barraca que el empresario Emiliano García y su pareja Olga Juhasz rescataron de la ruina. Este alojamiento, que respeta la estética modernista original del edificio, abrió sus puertas en 2016 y ofrece a sus clientes una opción de ocio cultural y turístico de inmersión en el barrio.

La asociación de comerciantes del Marítimo se reunió ayer con el concejal de Actividades, Carlos Galiana, para analizar la situación del sector en el distrito, sus necesidades, y programar la campaña navideña.

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