El Pleno del Ayuntamiento de València dio ayer su apoyo a la declaración de Benimàmet, la pedanía más grande del Ayuntamiento de València, como Entidad Local Menor, una figura administrativa que no significa la independencia pero que aporta una amplia dosis de autonomía, pues entre otras cosas le permitiría elegir a su propio alcalde y tener su propio presupuesto. A favor de la entidad local menor votaron los tres grupos del equipo de Gobierno y Ciudadanos, mientras que el Partido Popular se abstuvo.

La iniciativa votada ayer partió del alcalde pedáneo, el socialista José Melgares, y fue trasladar al pleno por acuerdo del Consejo de Distrito Pobles de l'Oest. Se trata de una medida aprobada desde «la voluntad política y el convencimiento» de que ha de ser la voluntad de los vecinos, reiteradamente manifestada en este sentido, la que marque el futuro de la población, se dijo ayer durante la defensa de la declaración.

Según la concejala de Pobles de València, Consol Castillo, «desde el principio, la voluntad de este gobierno ha sido caminar hacia la descentralización, tal como manifestamos a las y los representantes de la Comisión promotora para la constitución del nuevo municipio de Benimàmet nada más acceder a la alcaldía».

Precisamente, el presidente de esta Comisión, Blas García, intervino en el pleno para pedir «generosidad, dignidad, empatía y altura de miras» a la hora de abordar este asunto. García lamentó las «irregularidades» en la trayectoria de la petición que el vecindario presentó al ayuntamiento en el año 2001, e instó a los poderes públicos a no «escudarse en tecnicismos, sino a mostrar su voluntad política».

En parecidos términos se expresó José Vicente Barrachina, representante de la Asociación de Vecinos de Benimàmet, quien aseguró que las personas residentes en la población «tienen identidad propia y sentimiento de pueblo, dentro del orgullo de formar parte de una gran ciudad como València». Además, ha valorado las iniciativas «impulsadas en los últimos tres años, que han sido de colaboración, cercanía de los servicios, consulta y colaboración».

Tanto el Gobierno como Ciudadanos apoyaron la propuesta. El concejal Narciso Estellés, de Ciudadanos, explicó que lo más importante es la voluntad política de que el proceso se lleve a cabo. Por su parte, el concejal de Participación, Roberto Jaramillo, aseguró que las instituciones «han de estar cerca de los vecinos», y señaló que el modelo del Govern de la Nau es el de la descentralización, frente a un modelo de recentralización».

También la delegada de Pobles de València, Consol Castillo, defendió la voluntad de los vecinos independientemente de lo que los tribunales establezcan en su momento. Hay que tener en cuenta que en 2013 se produjo un cambio de legislación que prohíbe las entidades locales, por lo que el Ayuntamiento ha solicitado un informe a la Dirección General de Administración Local de la Generalitat al respecto, ya que el ayuntamiento considera que el expediente arrancó antes del citado año 2013: exactamente en el momento en el que el vecindario presentó su primera propuesta, en 2001.

El concejal popular Cristóbal Grau aseguró que no se resuelven las dudas sobre qué legislación es aplicable en este caso, y acusó al Gobierno Municipal de gestionar «al principio desde la pancarta en el balcón, y luego a golpe de declaración institucional». Al final, el PP se abstuvo en la votación.