«Los dos están muy contentos. En València Inserta estamos haciendo una intensa labor de prospección con empresas de la ciudad, que cada vez se suman a firmar convenios. Estamos en el buen camino y ellos son dos claros ejemplos de ello».

Hay empresas a las que, un día, la paloma de algún espíritu santo les roza con un ala y les sale todo bien. Lo que empezó en Arlington como una audaz propuesta familiar de hacer hamburguesas de calidad se convirtió en una franquicia fuerte. Pero si un día el presidente de los Estados Unidos se pone en la cola de pedidos y trasciende, la marca pasa a ser conocida mundialmente. Eso es lo que le pasó a Five Guys, que días atrás inauguró su primer establecimiento en València, en la plaza del Ayuntamiento.

Ataviados ya con los uniformes rojo chillón, Daniel y Esther despachan patatas, ensaladas, hamburguesas y perritos, conscientes de la oportunidad que se les presentó coincidiendo con la llegada de esta franquicia.

Fueron contratados a través del Programa de Inserción Municipal y allí están para tratar de consolidar su propio futuro. Son personas pertenecientes a colectivos desfavorecidos «y estas oportunidades les permiten fomentar su inserción laboral» aseguraba la concejala de Igualdad, Isabel Lozano.

Para Daniel es una oportunidad de continuar su experiencia laboral. «Estuvo trabajando en Madrid y, casualidades de la vida, cuando cerró el restaurante y regresó coincidió justo en el tiempo con el proceso de selección. Se le llevó y fue un éxito para él. Es un chico con una actitud impresionante, muy positivo y alegre y me ha expresado su felicidad porque ye pensaba en que tendría que irse fuera».

Esther tiene a su cargo tres hijos y su selección es especialmente satisfactoria para Isabel Lozano porque «en el año 2017 le entregamos una vivienda social en el Cabanyal. Se acordaba que fue el propio alcalde quien le entregó las llaves. Y poder acceder a un espacio digno y ver cómo influye a la hora de solucionar los problemas por la actitud ante los cursos formativos, que se refleja en la obtención de un puesto, supone redondear un trabajo bien hecho».