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Entrevista

Ramón Vilar: "Podíamos hacer un presupuesto electoralista, pero lo hemos hecho con rigor porque vamos a seguir"

Ramón Vilar asegura haber demostrado que la izquierda gobierna mejor las cuentas públicas que la derecha

El pleno del Ayuntamiento de València ha dado luz verde esta semana a los presupuestos provisionales del año que viene, unas cuentas especiales por ser las que cierran la legislatura y la carta de presentación ante los electores en apenas seis meses. Ramón Vilar, concejal de Hacienda, asegura, sin embargo, que son unos presupuestos «rigurosos» y «nada electoralistas», dado que su previsión y su convencimiento es que la izquierda seguirá gobernando la ciudad más allá del próximo mes de mayo.

P ¿Cómo son estos últimos presupuestos de la legislatura?

R Lo primero que hay que decir es que son los cuartos presupuestos del Govern de la Nau y siempre los hemos aprobado en su tiempo. Siempre a 1 de enero han estado listos. Acabar así, teniendo en cuenta que somos una coalición de partidos, significa que este gobierno es capaz de gobernar la ciudad con seriedad y con rigor, independientemente de que discrepemos en muchas cuestiones.

P ¿Cuáles son los grandes objetivos de las cuentas públicas de 2019?

R Es innegable que hay un esfuerzo especial en el saneamiento patrimonial de la EMT. Y luego hay cuestiones que entendemos que son inaplazables, como una subida importante en el capítulo de personal, no solo porque recoge el incremento de plantilla en Policía Local y Bomberos, sino porque se inicia el cumplimiento del convenio colectivo y una lenta, pero manifiesta, recuperación del poder adquisitivo de los empleados públicos.

P ¿Por qué es importante el sector público para ustedes?

R El sector público es importante para el desarrollo de la ciudad y por tanto los trabajadores tienen que tener una remuneración acorde. Pero tengo que decir también que en el capítulo de personal hay unos potentes planes de empleo para mayores de 55 años y para menores de 30. Son empleos, no becas, con sus salarios normalizados.

P Todos estos objetivos son apuestas importantes que la gente, sin embargo, no percibe. ¿No ha faltado algo que la gente pueda visibilizar?

R Hemos huido de hacer un presupuesto electoralista. Sería muy fácil, teniendo en cuenta que este presupuesto tiene una vigencia de aquí a elecciones, hacer una propuesta electoralista, pero hemos hecho un presupuesto con rigor, porque como entendemos que vamos a seguir gobernando, va a tener una duración de 12 meses. No obstante, hay inversiones importantes para 2019. Está la Plaza de la Reina y la urbanización de la Plaza de Brujas y Plaza del Mercat. Podíamos haber hecho un presupuesto muy electoralista y dentro de seis meses el que venga que se aguante, pero como vamos a seguir nosotros, no tenemos ningún interés en dejar esto hipotecado por un presupuesto de seis meses.

P ¿Esos proyectos a los que usted alude se podrían haber hecho ya si el ayuntamiento funcionara mejor desde el punto de vista administrativo?

R Si. Si. Esto depende de otras delegaciones y cada una hace lo que puede. Pero es verdad que algo falla. Antes hablábamos del aumento de plantilla y yo creo que la plantilla tiene que ir dirigida a resolver los problemas del ayuntamiento. Es verdad que falta personal en áreas como Urbanismo para agilizar la concesión de licencias. Y es verdad que podíamos haber hecho algo más icónico en estos cuatro años. Todo lleva sus plazos, hay cosas que están vinculadas a la Generalitat y a otras cuestiones, pero si que son dos proyectos icónicos que van a cambiar la visualización de la ciudad y el uso del centro histórico.

P ¿Le ha resultado complicado repartir el presupuesto entre las distintas delegaciones y distintos partidos?

R No. Lo lógico es que Compromís se lleve más dinero con nueve áreas de gestión que València en Comú que tiene tres áreas. Luego, es verdad que Urbanismo se lleva cantidades más importante que, por ejemplo, Participación, sin que eso sea mal reparto. Está en el ADN de cada delegación.

P ¿En este presupuesto ha habido más tensión por la proximidad electoral?

R Yo tenía miedo a este presupuesto porque podía haber una tensión suplementaria. Pero todo el mundo ha sido consciente. Ha habido sus más y sus menos, pero yo te digo que he hecho otros presupuestos con un gobierno monocolor y las tensiones a la hora del reparto eran más fuertes.

P ¿Y está contento con la ejecución presupuestaria?

R No. No estoy contento. Me gustaría que la ejecución presupuestaria fuera mucho más elevada. Pero una cosa es no estar contento y otra cosa es no tener claro que en ocasiones es imposible llegar a más. Nosotros ahora tenemos un nivel de inversión muy superior a los últimos presupuestos del PP, por tanto si al final de año ejecutamos el mismo porcentaje eso significa que invertimos mucho más. No estoy contento porque el presupuesto no se ejecuta al 90%, pero entiendo que hay dificultades de maquinaria para que se ejecute más. Eso pasa en la Generalitat, en el propio Estado. No se suele ejecutar más de un 60%.

P Última cuestión. ¿Qué es lo que más satisfecho le tiene de su gestión en este tiempo?

R Aquí se han sentado las bases para hacer muchas cosas a partir de ahora. En cuatro años haces cosas, pero sobre todo pones las bases de otras que tienen que tener continuidad. De lo que más satisfecho estoy es de haber demostrado que desde la izquierda se gestionan mejor las cuentas públicas que desde la derecha. El mantra de que la izquierda solo sabe gestionar con una fiscalidad confiscatoria y un mal uso de los fondos públicos, no es verdad. Y de lo que más orgulloso estoy es de haber sido capaces de poner orden en el ayuntamiento, tanto en el nivel de endeudamiento, como en los periodos de pago, en la capacidad de invertir, en disminuir la deuda y un largo etcétera. Son cosas que dejan meridianamente claro que estamos gestionando mucho mejor desde posiciones socialdemócratas y de izquierdas que desde posiciones neoconservadoras.

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