València en Comú ha estrenado esta mañana el modo precampaña con un ataque contundente al principal socio de gobierno, Compromís, al que ha señalado como el partido que más ha incumplido su programa electoral. En un desayuno informativo con los medios para hacer balance de acción de sus tres concejalías, los tres ediles de la plataforma ciudadana sustentada en Podemos, María Oliver, Berto Jaramillo y Neus Fábregas, han disparado en la línea de flotación del que hasta ahora era el partido más afín a sus tesis. "Si me decepciona en algo Compromís es porque no está defendiendo su programa", ha señalado la portavoz, María Oliver, que ha reconocido que al principio de mandato "no había diferencias entre nosotros" desde el punto de vista programático, pero que conforme ha ido avanzado la legislatura "Compromís es el que más lejos se situado de sus idearios".

València en Comú sostiene que ellos han sido "estrictos con el programa" al que se presentaron en 2015 y que mantienen intacto su "modelo de ciudad", mientras que afean al alcalde y Compromís sus posturas con la ampliación de la V-21, la ampliación del puerto, la ZAL, el hotel de la Marina, el modelo de participación, la falta de apoyo decidido con los refugiados y en materia de turismo la falta de recursos para hacer un cuerpo de inspectores que controle la proliferación de apartamentos turísticos. Oliver considera que la oferta "alegal" de estos pisos para turistas "afecta muchísimo" a su área, la de vivienda, en la que ha defendido que no puede dar "ayudas al alquiler de manera infinita", sino elaborar un plan de vivienda público.

València en Comú, que se ha caracterizado este mandato por alinearse casi siempre con Compromís y confrontarse con el PSPV-PSOE, hoy ha sido mucho más suave en su tono con la gestión socialista. Así, en materia de los nuevos PAI, la portavoz de València en Comú ha aplaudido que el regidor del PSPV-PSOE, Vicent Sarrià, delimitara el crecimiento de la ciudad de València, pero ha advertido que con el desarrollo de zonas como las de Benimaclet, pegadas a la huerta, "tenemos una gran oportunidad de comenzar de cero y no seguir con la herencia del modelo del PP". "No podemos ser continuistas", ha recalcado, y de nuevo ha vuelto a poner a Compromís como ejemplo de sus vaivenes políticos: "Si los tribunales han declarado que la ZAL del puerto es ilegal, ¿por qué la vamos a recepcionar? Apostamos porque se transforme en un corredor verde, nos votaron para eso", ha recordado.

Otro ejemplo de la defensa de María Oliver del "modelo de ciudad" frente a las diferentes posturas que defiende el alcalde Joan Ribó son la proliferación de proyectos de grandes torres en la zona marítima. Así, se ha referido a la iniciativa privada de construir una torre eólica en la bocana de entrada del puerto, que ha defendido que se ha de hacer "por concurso", porque "hay que planificar cómo queremos el frente marítimo". "Hemos visto que se proyecta una torre en el Cabanyal, varias torres en el Grau, una de ellas de 45 plantas y el hotel de 30 pisos en la Marina que se reconfigurará gracias a un proceso de participación€ Es una cuestión de coordinar todo eso, porque nadie lo mira como un conjunto y necesita planificación".

Pese a las importantes críticas, València en Comú -que en diciembre decide en asamblea si concurre a las elecciones municipales como plataforma ciudadana o como Podem- no desaprovecharía la posibilidad de reeditar el Pacte de la Nau con Compromís y PSPV si se dan las circunstancias. "Volveríamos a firmarlo porque esta ciudad debe seguir siendo progresista, pero en lugar de plantearnos los objetivos por áreas de gobierno, lo haríamos por objetivos políticos", sostiene María Oliver, que admite que su falta de conocimiento de cómo funcionaba el ayuntamiento ha lastrado su gestión. En su reordenación entienden que Aumsa (ahora del PSPV) debería ir junto a vivienda, o Servicios Sociales "debería ser transversal para todas las personas vulnerales sea cual sea su condicicón",