La versión preliminar del «Informe de Fiscalización de las sociedades públicas de integración del ferrocarril participadas por Adif Alta Velocidad» del Tribunal de Cuentas pone en jaque la operación del Parque Central.
Así al menos lo advierte el alcalde de València, Joan Ribó, en el escrito de alegaciones al citado informe remitido al Tribunal de Cuentas, que hace mención a la revisión del convenio para la operación ferroviaria del Parque Central firmado en 2003 por el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento.
El informe cuestiona la necesidad de algunos de los túneles ferroviarios previstos por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y pone en tela de juicio por su coste el mantenimiento de la figura de las sociedades mixtas para llevarlos a cabo.
Las recomendaciones a las que llega el tribunal «son críticas tanto con el predominio de las soluciones de soterramiento en la integración del ferrocarril en las ciudades, como con el instrumento empleado para ello cuando han sido las llamadas sociedades de integración», afirma el ayuntamiento en sus alegaciones.
El alcalde argumenta en defensa de estas sociedades y apunta que los problemas que se han querido abordar con los convenios que dieron lugar a sociedades como València Parque Central «no eran meras actuaciones de permeabilización urbana ajenas a la mejora funcional del ferrocarril».
Por el contrario, «el convenio de València deriva de las necesidades de modernización del ferrocarril» y de dicha modernización se ha derivado la posibilidad de obtener recursos complementarios a los presupuestarios con los que atender las inversiones necesarias, apunta el alcalde en alusión a la operación urbanística que contempla la construcción de viviendas en los suelos liberados por las vías.
De hecho los convenios no se denominan «convenios de integración urbana» sino de «remodelación de la red arterial ferroviaria», aclara el alcalde. «El soterramiento del tren a su paso por nuestra ciudad es una obra ferroviaria fundamental y no una mero capricho urbanístico».
El argumento de que el Parque Central es una operación de mejora urbanística y no una obra de interés para la red ferroviaria ya fue esgrimido por el anterior gobierno del PP en plena política de recortes para justificar el freno al Parque Central.
En contra de alejar la estación
Ribó asegura en su escrito que València «no puede permitir que ningún organismo cuestione la necesidad del soterramiento de las vías del ferrocarril en la ciudad ni su viabilidad».
El ayuntamiento confía en todo caso en que el Ministerio de Fomento, ahora con el socialista José Luis Ábalos al frente, mantenga los acuerdos adquiridos en la Sociedad València Parque Central, entre ellos la financiación íntegra del túnel pasante y la cofinanciación del canal de acceso, obra decisiva para eliminar la playa de vías y completar la operación urbanística vinculada al soterramiento de las vías.
Ribó reivindica la Estación Central y descarta en su escrito la posibilidad de abaratar la operación mediante una nueva estación fuera de la ciudad. «Tampoco es una buena solución la pérdida de la centralidad de las estaciones. Sin estaciones no hay viajeros y evidentemente se pierde utilidad cuando se aleja de la ciudad», afirma el alcalde.
«Cada vez que el ministerio ha estudiado la problemática de capacidad y funcionalidad ha concluido en que la mejor solución funcional para la red arterial ferroviaria de València, ya sea para los servicios de alta velocidad como de las cercanías, «es la conversión de la estación término de València (Estación del Norte) en pasante, lo que trae consigo necesariamente el soterramiento de sus accesos desde el norte y desde el sur», remacha Ribó, quien reivindica las infraestructuras ferroviarias anunciadas en València como pieza clave para el Corredor Mediterráneo.
