La popular y polémica tasa Tamer, que añade un plus al recibo del agua para financiar el tratamiento y reciclaje de las basuras, sigue generando malestar y debate entre los usuarios de València y su área metropolitana, que son los que la sufren.
También es objeto de queja por parte de la Unión de Consumidores de València, que ha propuesto para el año que viene que la citada tasa no grave de igual manera a los vecinos de los pueblos que hacen un esfuerzo económico por reducir el impacto de las basuras y aquellos otros que no adoptan medidas en ese sentido. A su juicio, los primeros estan pagando dos veces ese esfuerzo por el reciclaje y la sostenibilidad.
La tasa Tamer se impuso en el año 2008 en el recibo del agua para pagar la recogida de basuras, el tratamiento de residuos urbanos y su eliminación a través de ecoparques, vertederos, plantas de compostaje, etc.». Se aplica en la ciudad de València y en otros 44 pueblos de su área metropolitana. Y se hace de manera lineal, cargando en los recibos particulares entre 2,75 y 18,8 euros al mes según el nivel de consumo de agua.
Y eso, el pago igualitario en todos los municipios, es lo que la Unión de Consumidores de València trata de corregir ahora. En sus alegaciones a los presupuestos de l'Entitat Metropolitana per al Tractament de Residus (Emtre), que es la entidad que gestiona la tasa Tamer, pide un trato diferenciado para los municipios que invierten de manera particular en la recogida y reciclaje de basuras y los que no.
«Como sea que el pago de la tasa Tamer se repercute de forma idéntica a todos los vecinos del área metropolitana de València, sin tener en cuenta más que el consumo de agua por hogar. Y siendo conocedor de que existen municipios o agrupaciones de municipios cuyo gasto en medios destinados a la minimización de residuos urbanos es mayor que otros...., no tiene sentido que los vecinos de dichos municipios satisfagan un coste de la tasa Tamer similar al de otros, ya que supondría un doble gravamen de costes, por un lado el relativo a los impuestos municipales de sus ayuntamientos, superiores en unos casos que en otros, y por otro el coste de la tasa, similar a todos los vecinos».
Cuando habla de medios destinados a la minimización de residuos urbanos, la Unión de Consumidores de València habla concretamente de «campañas de concienciación y educación ambiental; implantación de un mayor número de contenedores de recogida selectiva de papel, envases, vidrio, etc.; implantación de programas de minimización de residuos en hogares, restaurantes, comedores sociales y supermercados; puesta en marcha de áreas de aportación y ecoparques, etc.».
Es decir, propone que los vecinos de los pueblos que invierten en todo este tipo de medidas no paguen lo mismo que los vecinos de otros pueblos donde no se hace ningún esfuerzo en ese sentido. Los primeros pagan las medidas de su municipio a través de los impuestos municipales y además a través de la tasa Tamer, advierte la Unión de Consumidores.
Medidas correctoras
Para corregirlo su propuesta es doble. En primer lugar cree que los presupuestos del Emtre para el año 2019 «deben incluir medidas de reparto de la Tamer en función del parámetro de inversión anteriormente señalado. Y en segundo lugar cree que la entidad debe intentar alcanzar los objetivos marcados en el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (Pemar), que son «la implantación de contenedores de recogida de materia orgánica selectiva, pilas, aceites de cocina, de automoción, etc.; ayudas económicas a los municipios para implantar los medios de transporte necesarios; personal educador ambiental formado; y campañas de concienciación ambiental.
