El Cabanyal vivió ayer una jornada determinante en su larga lucha por revertir la degradación del barrio, especialmente de la conocida como «zona 0». De este modo, la plataforma Salvem El Cabanyal llevó a cabo, en Madrid, la última acción pública del bordado de las 17 páginas de la orden ministerial de 2009 que supuso el inicio del fin de los planes del ayuntamiento y la Generalitat, entonces liderados por el Partido Popular, de ampliar la Avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, lo que hubiera supuesto la eliminación de más de 1.600 viviendas de un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1993.

Ayer, varios miembros de este colectivo llevaron a cabo este último acto en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid en una jornada que contó, además, con la presencia y el apoyo de la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena. Ella, que también creó en su día una plataforma de ropa infantil para diferentes causas sociales, bordó algunas letras de la Orden Ministerial y se mostró muy interesada por todo este proceso de lucha vecinal.

Mientras tanto, desde Salvem El Cabanyal se argumentaba que fue una jornada «muy positiva» en la que se sintieron «muy respaldados» al igual que en tantas otras que han venido haciendo desde hace tres años.

Ponen de manifiesto que «todavía queda mucho por hacer» en esta zona y, aunque reconocen los esfuerzos de la actual Administración, matizan que «aún queda mucho por rehabilitar» y critican que no se hayan llevado a cabo aún iniciativas como un centro de servicios sociales a pesar de la gran cantidad de edificaciones de propiedad públicas existentes.

«Ahora queremos recuperar lo perdido y acabar con la degradación» que, recuerdan, «propició tantos años de abandono en los que no podíamos ni pintar las casas». Uno de los aspectos fundamentales en la actualidad es «acabar con la delincuencia y la conflictividad social», así como evitar que de la degradación se pase a una gentrificación sin control que suponga la expulsión vecinal en pro de procesos de especulación urbanística.

Para ello, piden a las Administraciones que actúen «regulando aspectos como las viviendas de alquiler turístico» y también que se siga contando con la «participación vecinal» para que tantos años de lucha no queden en nada.