Uno de los barrios más degradados de la ciudad es el de San Isidro. Un entorno en el que todavía perduran alquerías que ahora, precisamente, el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València plantea reacondicionar, al igual que el conjunto del barrio. Por este motivo han decidido hacer una modificación de Planeamiento en dos zonas del barrio para posibilitar la recuperación del patrimonio existente en las mismas, así como la regeneración de todo el entorno.
La incógnita sobre el planeamiento de estos terrenos -localizados junto a la calle Pau y la zona que rodea la Alqueria dels Frares- no es nueva, sino que se lleva arrastrando ya varios años. De hecho, las dos presentan una situación paradójica: tanto el conjunto de casas como la alquería estaban fuera de ordenación, lo que imposibilitaba a los propietarios pedir licencia de rehabilitación. La Alquería dels Frares se declaró BRL y se apuntó la posibilidad de proteger las de la calle Pau por su valor patrimonial. Pese a esto, siguieron fuera de ordenación, por lo que la Alquería no se podía ni derribar ni rehabilitar. Así pues, ambos terrenos se fueron deteriorando con el paso del tiempo sin posibilidad de una intervención de mejora.
Dos trayectorias diferentes
A pesar de que comparten el mismo punto de partida -el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1988-, el camino que han recorrido cada uno hasta el día de hoy no ha sido exactamente el mismo. El PGOU establecía la demolición de las viviendas de la calle Pau para construir un edificio de siete plantas con su respectiva zona verde y un equipamiento. Después de varias alegaciones presentadas por la Asociación de Vecinos de San Isidro en contra del proyecto, su intento fallido por blindar todas las viviendas declarándolas como Bien de Relevancia Local (BRL), y la consideración de una vía pecuaria en el lugar de las obras como espacio urbanizable de especial protección, en 2005, dos de las empresas decidieron abandonar la carrera. De esta forma, MP Urbanizaciones S.L. fue la única que siguió adelante. Pero, finalmente, la Comisión de Urbanismo lo rechazó a finales de 2014.
Algo parecido ocurrió con la Alquería dels Frares. Si bien la idea original del PGOU era tirarla abajo para abrir una calle, en 2015 fue declarada Bien de Relevancia Local (BRL) gracias a sus características de interés arquitectónico y etnológico. Con este trámite, la protección entró en colisión con la ordenación vigente y hace necesario un cambio en el Planeamiento. El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, explica que esta modificación en el Planeamiento es «el siguiente paso en la hoja de ruta prevista». Él añada que «la medida permitirá dar respuesta a una de las mayores reivindicaciones de los vecinos de San Isidro como la reurbanización de los dos terrenos, cada uno con sus propias particularidades».
