Las entidades ciudadanas de València tendrán voz y voto en las Juntas Municipales de Distrito del Ayuntamiento de València, órgano en el que podrán presentar mociones y elevarlas al Pleno en el caso de ser aprobadas por la mayoría de la Junta.

Esta es la principal novedad del nuevo Reglamento de Participación de València, y como explicó la concejala Neus Fábregas, «es un paso significativo para que la ciudad pase de una democracia representativa a una democracia participativa».

Un vez que se apruebe el nuevo reglamento en el pleno y supere el periodo de alegaciones públicas, entrará en vigor esta reforma que da más poder a entidades y colectivos ciudadanos, no solo las asociaciones de vecinos, ya que podrán estar representadas todas aquellas inscritas en las Juntas de Distrito, como asociaciones de madres y padres, entidades deportivas, colectivos sociales, etc. «Creemos que para febrero o marzo podría entrar ya en vigor», señaló la concejala de Participación.

Las entidades ciudadanas tendrán un tercio de la representación que actualmente tienen los partidos políticos. Es decir, si el Pleno Municipal hay 33 concejales, en las Juntas de Distrito se asignan 11 vocalías (6 para el equipo de gobierno y cinco para la oposición). Así pues, con el actual reparto los colectivos de diversa índole gozarían de tres vocalías con capacidad de voz y voto.

¿Cómo se elegirían estos tres representantes? Del censo de entidades ciudadanas inscritas en cada Junta de Distrito, se propondrían los diferentes candidatos y los tres con más apoyos serían los nuevos vocales. Cada entidad inscrita tendría derecho a un voto.

El reglamento prevé que las mociones que lleven al Consejo de Distrito los vocales ciudadanos deberán ser pactadas previamente en los grupos de trabajo de las entidades, con tal de evitar que ningún colectivo presente iniciativas individuales. «Además está previsto que si un vocal actúa en beneficio propio o de su entidad y no en beneficio común, podrá ser expulsado de la Junta», aseguró Neus Fábregas.

Así pues, los vocales ciudadanos podrán elevar cuestiones que consideren oportunas al Consejo de Distrito y si éste lo aprueba (con el voto de todos los partidos políticos), se llevaría la cuestión al pleno. En Benimàmet los representantes políticos hicieron suya una propuesta ciudadana para llevar al Pleno la declaración como Entidad Local Menor de la pedanía, aunque los vecinos no participaron directamente en la votación.

Además, en el Juntas de Distrito las cuestiones impulsadas por los vocales ciudadanos serán las primeras del orden del día, relegando la iniciativa política.

Otra de las novedades del nuevo Reglamento de Participación es que los alcaldes de los pueblos tendrán derecho a hablar de los problemas que afectan a sus núcleos aunque no estén representados en forma de vocalía. Sin embargo, no tendrán derecho a voto.

Observatorio de barrios y pueblos

Por último, se aprueba la creación de un Observatorio de barrios y pueblos, «un espacio mixto de la sociedad civil y administrativa» en el que se pondrán en común las diferentes problemáticas y necesidades comunes de los barrios y pueblos. De momento se da luz verde a este organismo, pero no se ha desarrollado aún cómo funcionará, ya que deberá elaborarse un reglamento propio.

A la concejala de la Participación se le cuestionó sobre si este Observatorio de barrios y pueblos no solapará a la Federación de Asociaciones de Vecinos de València. Fábregas aseguró que su misión «no es solapar a la FAAVV, sino complementarse».

Así, puso como ejemplo que en la FAAVV solo están representadas por reglamento las entidades vecinales, pero no las sociales, ni los colectivos ciudadanos, las AMPAS o las asociaciones deportivas. Fábregas explicó que otras ciudades como Madrid ya cuentan con un órgano similar al Observatorio, pero que en València se ha adecuado su futuro funcionamiento según la realidad de la ciudad.