Continúa el tira y afloja de los socios del Govern de la Nau en torno al PAI de Benimaclet. Los tres partidos de izquierdas mantienen tres posiciones diferentes. Compromís acepta "la planta" del proyecto presentado por Metrovacesa, pero quiere reducir la edificabilidad por el ahorro en costes de urbanización; PSPV-PSOE considera que el proyecto presentado es el adecuado y advierte a sus socios de la fuga de votos y capitales en el caso de no slaga adelante. Podem, la madriz de València en Comú, exigió ayer su paralización.

Así, el Consejo Ciudadano Municipal (CCM) de Podem València reiteró su oposición a la ejecución del Plan de Actuación Integrado (PAI) de Benimaclet Este “tal y como ha sido presentado”. El CCM de Podem considera que este PAI “es fruto de una serie de operaciones especulativas” que priman “la edificabilidad para aumentar el beneficio empresarial” y apuesta por “un proyecto participado por la ciudadanía en el que se recoja las necesidades reales del barrio”. Podem València, además, insta a la Asociación de Vecinos y a la plataforma Cuidem Benimaclet a “acercar posturas para hacer un frente común de oposición”.

Esta postura del Consejo Ciudadano Municipal de Podem València respecto al PAI de Benimaclet se formalizó en una reunión celebrada el jueves 13 de diciembre a raíz de la presentación del proyecto de ejecución del Plan por parte de Metrovacesa, propietaria mayoritaria de los terrenos del PAI. Podem València considera que el proceso de adquisición de terrenos por parte de Metrovacesa “es fruto de una serie de operaciones especulativas en las que varias entidades financieras compran la empresa constructora para cederle el suelo que poseen, en gran parte proveniente de la quiebra de otras constructoras tras la crisis de la burbuja inmobiliaria”, por lo que esta empresa se ha convertido en “la mayor poseedora de suelo a construir de España”. Para el CCM de Podem, esto es “una continuidad en las prácticas empresariales especulativas que llevaron al pinchazo de la burbuja de la construcción y contribuyeron a la reciente crisis”.

Además, Podem València estima que “la propuesta de construcción de más de 1300 viviendas en torres de hasta 30 alturas está enfrentada con el modelo de ciudad que Podem València defiende. Esta propuesta, lejos de poner el acento en hacer un barrio habitable por su ciudadanía, prima la edificabilidad para aumentar el beneficio empresarial”. En este sentido, el CCM de Podem precisa que dicha propuesta “modifica drásticamente la trama urbana de un barrio tradicional, plantea la construcción de un número de viviendas desproporcionado ateniéndonos al crecimiento negativo de la población en la ciudad, no contempla la construcción de vivienda social (pese a que un 30% de las viviendas son de VPO, el precio de éstas es inasumible por la mayoría de las personas que quieren acceder a una vivienda digna) y atenta contra la sostenibilidad ambiental y patrimonial de la ciudad en una zona tan especial como la transición entre la ciudad y la huerta suponiendo una barrera entre ambas”.