No es la primera vez que un perro de raza potencialmente peligrosa muerde a alguien ni será la última. En los últimos años se han puesto de moda en algunos sectores de la población y para ello hay una doble normativa que trata de regular su propiedad: la Ley de Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, de carácter nacional, y la ley autonómica sobre Protección de Animales de Compañía.

En base a las mismas, la Policía Local de València ha impuesto este año 626 denuncias, la mayoría de ellas por faltas graves, cuya sanción oscila entre los 300 y los 2.400 euros.

Según fuentes municipales, la normativa es muy estricta con este tipo de animales, cuya lista varía de una comunidad a otra al poder incorporar razas en el listado nacional según su propio criterio. Este tipo de animales (las razas catalogadas a nivel nacional son American Stanford, Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu) tienen que ir sujetos con una correa de no más de dos metros, con bozal, no pueden ir dos juntos con una misma persona, tienen que estar registrados, obtener una licencia, sacar un seguro de responsabilidad civil y estar debidamente vacunados.

De no ser así, la ley establece tres tipos de faltas: leves, graves o muy graves, siendo la más común la falta grave por no llevar bozal, correa o no estar debidamente registrado. En estos casos la sanción oscila entre los 300 y los 2.400 euros. Las faltas muy graves son mucho menos numerosas y suelen estar relacionadas con las peleas de perros o con el uso agresivo de los animales. En estos casos, la sanción oscila entre los 2.400 y los 15.000 euros.

En total, la Policía Local de València ha puesto este año 626 denuncias. Pero los expertos en la materia creen que el trabajo que hay que hacer en este terreno, más allá del meramente punitivo, es de concienciación de los dueños y de difusión de los riesgos que representa tener en casa un perro potencialmente peligroso.

Se trata de animales que físicamente son imponentes, de fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia; marcado carácter y gran valor; pelo corto; perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso superior a 20 kilogramos; cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas; mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda; cuello ancho, musculoso y corto; pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto; y extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado.

Son, en definitiva, animales poderosos cuyo control está en la educación y la precaución.