La apertura al público este lunes de la primera fase del Parque Central fue un éxito y los operarios municipales tardaron una hora y media en desalojar el recinto para proceder al cierre nocturno. Una medida que sorprendió a muchos usuarios que desconocían que este parque singular permanecerá cerrado de 19 a 8 horas (en horario de invierno) para evitar el vandalismo, el botellón o a los grafiteros.
El Parque Central (aún incompleto y pendiente del soterramiento de la playa de vías) echa a rodar como nuevo espacio verde de uso ciudadano con varias cuestiones por resolver, entre ellas, la del vandalismo. La Navidad será la prueba de fuego para el nuevo parque, próximo a la zona de ocio nocturno de Russafa.
Los responsables del nuevo parque, que ha quedado adscrito al Organismo Autónomo Municipal de Parques y Jardines, no ocultan que el vandalismo es su principal quebradero de cabeza. Más que el mantenimiento en sí del jardín, que también.
El diseño del Parque Central, un jardín singular de orografía sinuosa y gran variedad de especies vegetales, diseñado por la paisajista Katrhyn Gustafson, cuenta con una valla para su cierre nocturno. Sin embargo, los responsables del mantenimiento señalan que el cerramiento no cuenta con suficiente altura.
También se teme que la parte exterior del recinto y la zona permanentemente abierta al público pueda ser punto de concentración de jóvenes para hacer botellón.
Para el vandalismo y para este otro asunto relacionado con el ocio nocturno, la Policía Local tiene previsto poner un dispositivo especial. En principio, se prevé que una patrulla vigile de manera permanente toda la zona en las horas nocturnas.
