El Ayuntamiento de València rechazó ayer las peticiones de los hosteleros del Carmen de paralizar las medidas definitivas para la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de este barrio. El gobierno municipal se ha opuesto a posponer la entrada en vigor del nuevo texto normativo y ha contado a su vez con el apoyo explícito tanto de la Federación de Asociaciones de Vecinos de València como de la Associació Amics del Carme, que ayer también tomó la palabra en el pleno para defender las limitaciones a los locales de ocio nocturno.

La oposición también reclamaba que no se aplicara ya la reducción de media hora en el cierre de las terrazas (00:30 en invierno y hasta 01:00 en verano), que es la iniciativa que más controversia ha generado.

El debate sobre la aprobación de las medidas definitivas de la ZAS del Carmen (desde 2013 estaban en vigor las cautelares, sin mucho éxito a juicio de los vecinos) contó con la participación de hasta cinco entidades diferentes, además de los grupos políticos.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de València y Amics del Carme insistieron que la ZAS es el único instrumento administrativo efectivo para frenar las molestias producidas por el ruido. También defendieron el trabajo de los técnicos del Ayuntamiento de València que relacionan el aumento de las molestias con las mesas y sillas, especialmente en el momento de su retirada.

Compartiendo bancada, pero con ideas totalmente opuestas, los hosteleros exigieron la paralización de las medidas definitivas, apelando a que se destruirán 150 puestos de trabajo por la reducción de media hora de trabajo y asegurando que las terrazas no son las causantes del ruido que denuncian los vecinos.

Tanto la Federación de Hostelería de València, como la Asociación Albarca, como la Asociación de Vecinos y Comerciantes clamaron contra el proceso que ha llevado la concejala Pilar Soriano, a la que incluso pidieron la dimisión «si no es capaz de resolver este problema».

En una última petición, solicitaron al equipo de gobierno que esperar a después de las elecciones para aprobar la medida.

Desde el Partido Popular y Ciudadanos se exigió la paralización del acuerdo plenario, ya que consideran que hacían falta nuevos estudios para determinar el alcance del problema y le recordaron al Ayuntamiento que la reducción del horario de las terrazas era una medida política, porque se podrían haber considerado otras sin tanto alcance para los negocios de los hosteleros. Los hosteleros aseguraron que sus negocios han dado vida al centro histórico.

La concejala Pilar Soriano, por su parte, introdujo una enmienda en la aprobación del texto referente a los locales de conveniencia, es decir, aquellos que sirven porciones de pizzas, kebabs, etc. Estos no podrán ampliar su horario, como minutos antes habían denunciado los hosteleros y, por lo tanto, su estatus queda exactamente igual que como estaba.

Fue la única concesión a los hosteleros, a los que recordó que las medidas que se aprueban están encaminadas a proteger el derecho del descanso de los vecinos, al tiempo que hizo hincapié en las sentencias judiciales que obligan al ayuntamiento a tomar medidas para paliar los efectos del ruido en los barrios con sobre saturación de locales de ocio, como es el caso del Carmen.