Numerosas comunidades de vecinos y barrios han levantado su voz contra los asentamientos chabolistas en València y los numerosos problemas que generan al vecindario ante la inacción, dicen, del Ayuntamiento de València. La Plaza de Alfredo Candel, la calle Nuestra Señora de las Nieves, el pasaje de Guillem de Castro o los exteriores del Jardín Botánico son algunos de los focos de infravivienda denunciados por los vecinos tras la publicación en este periódico del asentamiento que ha aflorado en el solar junto al Mestalla, donde se construirá, paradójicamente, un hotel de lujo.

Precisamente, el asentamiento de la plaza Alfredo Candel podría ser complementario del de Mestalla, en la Avenida de Aragón. Los vecinos han denunciado la existencia de un asentamiento dentro del jardín vallado que hay en la zona y la presencia de personas de origen rumano que malviven en su interior y generan suciedad, altercados y graves problemas de convivencia, entre ellos la ocupación de sus portales.

Un perfil diferente es del asentamiento de la calle Nuestra Señora de las Nieves, detrás de la Delegación del Gobierno, en la Xerea. Los vecinos denuncian la existencia de una especie de campamento de toxicómanos donde se consume droga y se producen peleas y escándalos, además de suciedad y basura que hace muy difícil la convivencia. Y cuando lo han denunciado al ayuntamiento aseguran haber recibido «buenas palabras y ninguna solución».

En el caso del Jardín Botánico, el problema se sitúa, según los vecinos, entre el colegio de Jesuitas y el Jardín de las Hespérides, un espacio «semioculto» donde se ha levantado «un auténtico poblado chabolista». Y los mismos vecinos han denunciado también el problema que hay en el pasaje que conecta María Beneyto y Guillem de Castro. «Hay bastante gente durmiendo allí y resulta chocante ver la cola de jubilados esperando para el médico junto a personas durmiendo en medio de un intenso olor a orina», aseguran.

Derecho a vivir en la calle

En la mayoría de los casos la Policía Local y los servicios de limpieza toman medidas, pero el problema no se erradica. Es más, todo parece indicar que el equipo de Gobierno municipal tiene cierta tolerancia con esta situación.

Hace apenas un mes el grupo de Ciudadanos llevó el caso de la plaza Alfredo Candel a la Comisión de Desarrollo Humano y pidió medidas para ayudar a las personas que pernoctan allí y a las que lo hace en muchos otros puntos de la ciudad, pero la propuesta fue desestimada por el equipo de Gobierno.

Los responsables municipales aseguran que lo mismo que este caso, hay más en toda la ciudad, pues «es indiscutible» que hay personas viviendo en las calles, personas «víctimas en la mayoría de los casos de circunstancias que ellos no han provocado y de las cuales están padeciendo las consecuencias».

Explican también que desde los servicios sociales se atiende a todo el mundo independientemente del perfil que presenten, que es muy diverso en cuanto a edades, nacionalidad, género y patrones de conducta. Y subrayan que los centros municipales están siempre a su disposición.

Pero de la misma manera recuerdan que «vivir o dormir en la calle es una opción que nosotros hemos de respetar» y advierten que «únicamente si estas personas cometen una acción punible pueden actuar de otra manera».