La plaza de Brujas, recuperada para los viandantes por la concejalía de Movilidad tras la apertura del aparcamiento del Mercat Central, vuelve a estar repleta de vehículos estacionados en sus zonas peatonales, sobre todo por las noches y los fines de semana. Pese a que la Policía Local mantuvo a raya a gorrillas e infractores durante unos días, el aspecto de la plaza ha vuelto a ser el de antaño: todo lleno de coches. Coincidiendo con la apertura del parking de Brujas, el pasado 13 de diciembre, la concejalía de Movilidad Sostenible reordenó con una actuación de urbanismo táctico (bolardos, maceteros,bancos y pintura) toda la plaza, eliminando el estacionamiento de la ORA en superficie al estar disponible ya el nuevo parking subterráneo con más de 300 plazas en rotación.

Sin embargo, y por petición expresa de los vendedores de Mercat Central, se les permitió la carga y descarga a primeras horas de la mañana en la zona peatonalizada. A pesar de contar con una planta para la logística en el Aparcament Centre Històric y el sótano del Mercat, los comerciantes exigieron usar este espacio para repartir sus productos con vehículos voluminosos que no caben el subsuelo.

Así pues, al contrario que en el resto de la plaza, existen dos espacios en los extremos pegados al Mercat Central libres de bolardos para facilitar la carga y descarga, que en ocasiones se prolonga toda la mañana. La zona está señalizada como peatonal, pero los huecos son aprovechados por propietarios de vehículos para estacionar en la zona interior cuando baja la presencia policial, fundamentalmente los fines de semana.

La peatonalización de la plaza permitió erradicar en un primer momento el fenómeno de los gorrillas, pero estos han vuelto. Ayudan a aparcar a los coches de forma ilegal y les cobran la «voluntad». Además, si una patrulla de la policía acude para multar a las decenas de vehículos mal estacionados, los gorrillas arrancan las sanciones y las ocultan.Los agentes de la Policía Local, advertidos por esta práctica, reconocen que es habitual y que no pueden hacer nada, aunque recuerdan que, en todo caso, lo que realmente tiene validez legal es la notificación vía postal de la infracción, en la que se respetan los plazos legales para recurrir o abonar la multa con descuento. Por otra parte, debido a que en la mayoría de las ocasiones el estacionamiento irregular se hace sin respetar distancias mínimas de seguridad, la grúa no puede acceder para retirar estos vehículos. La plaza de Brujas cuenta con un proyecto ya aprobado de reurbanización completa del entorno (junto a la plaça del Mercat y María Cristina), pero la concejalía de Urbanismo aún no ha podido sacar a licitación las obras.