Desde que el Govern de la Nau tomó las riendas de EMT València, la empresa pública no ha dejado de crecer en número de viajeros, flota de autobuses y trabajadores. También ha reducido su deuda y aumentado sus recursos propios.

Con todo, las frecuencias son insuficientes para la Federación de Vecinos, que piden al alcade Joan Ribó mantener y aumentar el compromiso por el transporte público en la ciudad, entre otras cuestiones porque también se está apostando por reducir el vehículo privado.

Ahora bien, el crecimiento que la compañía experimentó entre 2015 y 2018, con un 9,3 % más de viajeros, se fraguó en los primeros años del trienio, mientras que en este último se ha quedado en un 0,6 por ciento.

De los 95,5 millones de billetes validados en 2017 se ha pasado a los 96,1 millones del pasado año. La EMT parece haber alcanzado su tope, aunque el concejal de Mobilitat Sostenible y presidente de la entidad, Giuseppe Grezzi, confía en que en los próximos años pueda seguir aumentado la cifra de viajeros. ¿Cómo? «No se puede crecer indefinidamente, ni tampoco se puede hablar de ralentización. Es una cuestión de disponer de recursos económicos. Por eso es tan importante que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2019, ya que destinan 38 millones de euros al transporte metropolitano, de los que 9 serían para la EMT. Si la oposición quiere un buen transporte público que apoye estos presupuestos, con los que pondremos comprar más autobuses y contratar más conductores. Esa es la fórmula para mejorar las frecuencias y el número de viajeros», aseguró el edil.

Grezzi señaló que en 2018 solo han contado con 1,6 millones más de fondos aportados por el Estado para la EMT, mientras que ciudades como Madrid o Barcelona reciben decenas de millones. «Las frecuencias se reducirán con más presupuesto», insistió el concejal de Mobilitat Sostenible.

Cuestionado por los retrasos en algunas líneas denunciados por los vecinos, Grezzi dijo que se deben a la ocupación ilegal del carril bus, lo que hace perder regularidad y frecuencia a los buses. «El carril bus es sagrado y vamos a ampliar el número de carriles segregados», anunció.

Además de un mayor inyección de capital, la otra cuestión esencial para la EMT (y todas las empresas públicas) es que el Gobierno revise la tasa de reposición de trabajadores. Es decir, ahora mismo la compañía valenciana ha alcanzado el 100 % de esa tasa. Todas las jubilaciones de los últimos años se han cubierto con nuevas contrataciones, pero ya han alcanzado su límite. Si se aprueba el aumento de este techo de gasto hasta el 105 por ciento como han pactado socialistas y Podemos, daría más opciones a la EMT para contratar a más conductores.

La empresa municipal ha contratado a 384 personas entre 2015 y 2018, por lo que la plantilla ha tenido un crecimiento neto del 11 por ciento, situándose en 1.724 personas el número de empleados actual. La cifra de compra de autobuses es la más destacada, pasando de las dos únicas unidades del periodo 2012-2015 a los 176 de 2016 a 2019.

Las aportaciones municipales a la empresa han aumentado un 19 por ciento, pasando de los 55 millones en 2015 a los 65,5 en 2018. La deuda de la empresa pública ha bajado un 28 por ciento en tres años y medio, y se sitúa actualmente en 18,5 millones de euros, pero por primera vez en 2019 la empresa contará con más de tres millones positivos de fondos propios, después de heredar 16,5 millones negativos en 2015.

«No ha habido ni una huelga»

A Grezzi le cuestionaron sobre el aumento de los viajeros de la EMT durante las pasadas navidades (hasta un 30 por ciento los fines de semana), y si estaba relacionado con la huelga de Metrovalència. El edil desconoce si existe correlación, pero aprovechó para expresar su «preocupación» por la afección que estos paros están teniendo sobre los usuarios de metro. «Esperamos que se resuelva pronto», dijo.

Ante la amenaza de paros de los sindicatos de la EMT, el edil de movilidad recordó que durante su mandato «no ha habido ni un solo día de huelga. «Es cierto que ha habido muchos anuncios, pero después se han quedado en agua de borrajas. En este caso confío en que no habrá huelga porque la plantilla ha demostrado todo este tiempo su responsabilidad y compromiso por el servicio público. Seguimos dialogando con la plantilla», finalizó el edil en referencia al conflicto de las prejubilaciones.