El alcalde Joan Ribó, líder de Compromís, ironizó con la proclamación de María José Català como candidata del PP a la alcaldía, y aseguró que «no queda más que felicitarla por haber ganado las primarias» de su formación, aunque como es sabido el PP no practica estos procesos de democracia interna. «Yo sí que me presentaré a primarias», enfatizó el alcalde sobre.

Ribó prolongó su tono irónico y dijo que Català «ha desbancado al otro candidato del PP», en alusión al expresidente Francisco Camps, quien en su día se puso a disposición del partido para encabezar una candidatura a la alcaldía.

«Ya nos iremos viendo», le trasladó Ribó a Català respecto a su nuevo estatus en el PP, aunque recordó que es ciudadana de València desde el pasado 28 de diciembre, cuando la exalcaldesa de Torrent se empadronó en València.

Mientras, la primera teniente de alcalde y candidata socialista al Ayuntamiento, Sandra Gómez, insistió en la idea de que el PP «no se toma en serio la ciudad de València». «Después de cuatro años con nueve de sus diez concejales imputados, a penas a cuatro meses de las elecciones presentan la última de sus opciones, el famoso plan B que tenían para València. Pero València no se merece ser el plan B de ningún partido», explicó Gómez.

Para la candidata socialista todo el proceso del PP «es fruto de la improvisación». «Tanto es así que la candidata ha tenido que empadronarse hace apenas dos semanas para poder votarse en las próximas elecciones municipales», criticó Gómez.

La portavoz del PSPV también recordó que Català «viene de Torrent, de otro pueblo y no conoce la ciudad, no vive aquí y no conoce los problemas y las necesidades de la ciudad, por lo que está totalmente incapacitada para liderar la València de futuro». Gómez cree que Català ha sido «bastante imprudente por querer liderar una ciudad como València».

Por su parte, la portavoz de València en Comú y candidata de Podem a la alcaldía, María Oliver, criticó que tras los años «de corrupción institucional del PP de Camps y Fabra nos hubiese gustado una renovación política», en relación al nombramiento de Català, que formó parte de ambos gobiernos. «Pero parece ser que nadie ha querido que se le asocie con la marca PP que sigue sucia por casos como Taula, la Fórmula 1 o la visita del Papa que todavía están por resolver», recordó

«Aunque negativo, no nos sorprende», explicó Oliver, quien señaló que el PP «vuelve al pasado» con la candidatura de Català «y con la deriva ideológica hacia postulados reaccionarios y retrógrados arrastrados por partidos racistas y machistas más propios del siglo pasado», en referencia a su pacto con Vox y Ciudadanos.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, no quiso valorar a su probable rival: «No hablamos de los procesos internos de otros partidos para elegir candidato. En nuestro caso, nos encontramos a las puertas de un proceso de primarias y me enorgullece, si al final soy candidato, haber sido elegido por mis compañeros».