La llegada de María José Català al número uno de la lista del PP a la alcaldía de València tiene muchas similitudes con la operación que el partido hizo en 1991 para colocar en esa candidatura a la exalcaldesa Rita Barberá. Entonces el candidato preferido de los populares era el catedrático Manuel Broseta Pont, pero la negativa de este a asumir esa responsabilidad obligó al partido a buscar un plan B que fue Rita Barberá, figura emergente del partido que, sin embargo, tenía no pocas reticencias a dar el paso.

Ahora, el partido había pensado, tras negarse Esteban González Pons, en otro Broseta, el hijo, Manuel Broseta Dupré, que lo mismo que en su día hizo el padre, rechazó la oferta de los populares. Ese puesto lo ocupará finalmente María José Català y solo falta por ver si, como Rita Barberá, acaba dando la victoria al PP.