María José Català compareció ante los medios de comunicación ya como candidata del PP a la alcaldía de València junto a la presidenta regional, Isabel Bonig. Ambas mostraron sintonía pese a los desencuentros internos que han vivido en su relación, pero ayer reinó la «ilusión» (como repitieron varias ocasiones) por un proyecto político que tiene como objetivo poner «una alcaldesa en València y una presidenta en la Generalitat», como dijo Bonig.

De hecho, Català reconoció que su candidatura es más bien un reto porque requiere: «Estar a la altura del proyecto que desarrolló Rita Barberá, la mejor alcaldesa de España».

El legado de la exalcaldesa es una ventaja para Català porque «no partimos de cero», sino que hay «una herencia» y será «muy difícil estar a la altura».

La candidata no reveló ningún detalle sobre los integrantes de la lista que presentará ni si repetirán los concejales actuales en el ayuntamiento, implicados en el Caso Taula. Sin embargo, ambas candidatas deslizaron dos nombres: Eusebio Monzó y Luís Santamaría. Fue para agradecerles el trabajo realizado en estos cuatro años: a Monzó por liderar el grupo popular en una etapa convulsa para el partido y a Santamaría por trabajar «desde todos los distritos de la ciudad», dijo Bonig. Los dos son «talentos que no se pueden dejar escapar», por lo que podrían ser reconocidos en la candidatura.

En este sentido, lo que Català sí que garantizó es que se tratará de una candidatura donde se sienta «cómoda», como ha sucedido en todos los proyectos que ha liderado, tanto en la alcaldía de Torrent como en su etapa como consellera de Educación y portavoz del Consell. «Esta ciudad necesita un perfil del PP que combine la renovación y la experiencia y con un marcado sentido valencianista» aseveró.

Aún así, no habrá concreciones hasta que Pablo Casado haga la proclamación oficial el sábado en València. Hasta entonces, declaró estar «tranquila, emocionada y agradecida» tanto con la dirección regional como con la nacional por la confianza que se ha depositado en ella y que agradecerá obteniendo los votos necesarios «para devolver la Generalitat y el Gobierno de España» al PP. «Me va la piel en ello», reconoció.

Català agradeció las felicitaciones de sus compañeros en las Corts a los que aprecia «pese a la rivalidad política», incluido al president Ximo Puig, quien la felicitó por el afecto que le tiene aunque su partido represente el «retroceso» y el viraje hacia la ultraderecha. «Se equivoca», respondió Català, y quiso recordarle «su pacto en 2015» y preguntarle en qué parte del espectro político se situó el PSPV.