La construcción del carril bici en la avenida Reino de València, obras recientemente iniciadas, amenazan con saturar el tráfico en una de las arterias más importantes del centro de la ciudad, que se quedará con un único carril para el tráfico rodado. Una intervención similar en la avenida de Burjassot ya ha sublevado a los vecinos y a eso se añade la escasa demanda ciudadana de una obra así, aprobada por la vía de los presupuestos participativos con apenas 67 votos de una zona en la que viven 60.000 personas.

Con todos estos elementos sobre la mesa, la oposición municipal ha puesto el grito en el cielo y se ha lanzado a la paralización de éste y de otros proyectos similares.

El concejal de Grupo Popular, Alberto Mendoza, lamentó que el ayuntamiento vaya a suprimir en concreto un carril de la calzada de Reino de València, sentido centro ciudad, para habilitar un carril bici. A su juicio, «esta infraestructura colapsará la circulación en esta vía y en los barrios limítrofes, perjudicando a los vecinos, comerciantes y hosteleros». Además, «se verán ralentizadas las líneas 12, 19 y 40 de la EMT y se parará el tráfico rodado cada vez que un autobús realice una parada».

Recuerda también que «la mayoría de los proyectos de carril bici aprobados en los presupuestos participativos del año 2016, entre los que se encuentra el de Reino de València, no fueron solicitados por los vecinos, sino a propuesta del Ayuntamiento, obteniendo alguno de ellos apenas 13 votos, como es el caso del de la avenida de la Constitución».

El de Reino de Valencia, también propuesto por el ayuntamiento, contó con 67 votos de los 58.024 residentes censados en los distritos de l´Eixample, Quatre Carreres y Camins al Grau, que son los afectados por esta obra. Esto equivale al 0,1 % de la población, precisa el concejal popular.

El concejal popular ha incidido en que su Grupo ya denunció los falsos procesos participativos «donde proyectos de carril bici fueron encargados antes de que los vecinos los votaran, tales como el carril bici en la calle Serrería, entre otros».

«Rechazo de València en Bici»

Mendoza ha recordado también que la Asociación Valencia en Bici rechazó en su día la construcción de un carril bici en la Avenida Reino de València en la forma que se pretende realizar. «Abogaban por una ciclocalle que modificara apenas la planta viaria, con menor coste y con mejor encaje con autobuses, motocicletas y coches».

En base a estos argumentos, pues, el Grupo Municipal Popular presentará por segunda vez una moción a la Comisión de Movilidad en la que se solicitará que se revierta esta medida y se anule el proyecto de construcción del carril bici en la avenida Reino de València.

En esta línea, el grupo municipal de Ciudadanos anunció ayer su intención de plantear alternativas serias y efectivas a los carriles bici de calle Alicante, avenida Burjassot, avenida Reino de Valencia y calle Colón. «València tiene que ser una ciudad sostenible donde quepamos todos y todos nos sintamos cómodos», declaró su portavoz, Fernando Giner.

«No vamos a permitir que los caprichos y la ideología de Ribó hagan la vida imposible a los valencianos. València tiene que ser una ciudad cómoda y abierta. Lo ha sido y lo tiene que ser y no una ciudad atascada, sin planificación, ni proyecto», censuró el portavoz de Ciudadanos.

Giner calificó de «urgente» acabar con «los problemas de movilidad que ha traído Ribó a Valencia». Y en esta línea, explicó que su grupo municipal está trabajando «con expertos en la materia para buscar vías alternativas a los carriles de Reino de València, calle Alicante, avenida Burjassot y calle Colón de Valencia».

En su opinión, «avenidas históricas, amplias y de dos direcciones, han quedado como un embudo para el transporte público, cuya frecuencia de paso se va a ver perjudicada para los equipos de emergencia, la salida de los colegios y la recogida de personas. Imagínese en caso de avería de un autobús en la calzada lo que podría ocurrir», advierte.