Los carriles bici que fueron aprobados en los presupuestos participativos de 2016 ya están generando todo tipo de discrepancias tanto por parte de los vecinos como de la oposición al Govern de la Nau. De este modo, a las críticas por la construcción, que se está ejecutando ahora, del carril bici en la Avenida Reino de València, que dejará un solo carril para el tráfico rodado en dirección al centro de la ciudad, se suman las criticas vecinales al carril, ya en funcionamiento, de la Avenida Burjassot, donde sucede la misma problemática. Es decir, se ha dejado solo un carril para el tráfico de vehículos a motor. Esta vía, que es una de las arterías de salida de la ciudad en Benicalap, y que soporta también un tráfico fluido de vecinos, así como de autobuses y de vehículos de los comerciantes de la zona, también en pie de guerra, sufre ahora atascos, sobre todo en las horas punta, a los que hay que añadir las críticas sobre la peligrosidad potencial en caso de emergencia, por la imposibilidad de que ambulancias o bomberos se puedan abrir paso. Y también por el hecho de que tanto las paradas de autobús como los contenedores se hayan quedado al medio, entre el carril bici y el del tráfico.

El presidente de la Asociación de Vecinos, José Bellver, asevera que han sido muchos ya los vecinos que se han acercado a ellos pidiendo explicaciones por las consecuencias generadas por el carril y también por cómo se aprobó. Y añade que la asociación ha pedido reunirse con Grezzi, sin obtener respuesta. Cabe recordar que en los citados presupuestos participativos recibió 55 votos para una población en el barrio que se estima superior a las 45.000 personas. Algo similar a lo que sucede en Reino de València, cuyo proyecto obtuvo 67 votos para una población de 60.000 habitantes.

El ambiente en el barrio sobre este carril bici, como pudo comprobar Levante-EMV, es de insatisfacción e incluso enfado mayoritario. Afectados directos como Jorge, que esperaba el viernes a su hijo a la salida de un colegio, lo cual genera ahora todavía más colapso de padres intentando encontrar un espacio donde dejar su coche para recoger a sus hijos, decía que «es un gran desastre». Él se refería a los problemas de acceso para los servicios de emergencia e incluso al peligro para los propios ciclistas a la hora de girar los coches hacia las calles adyacentes teniendo que cruzar un carril bici «con escasa visibilidad».

Más moderado era Marcos, quien decía dejar solo un carril es «demasiado poco» y pensaba que en esta zona «no se usa tanto la bici como para crear otro carril», más aún «teniendo uno en la calle paralela», Nicasio Benlloch.

Por otra parte, también los hay que defienden este carril bici, como otro grupo de padres que piensan que ahora la avenida es «más moderna y ecológica».