La asociación València en Bici, ha salido al paso ante las últimas manifestaciones de políticos, tanto de la oposición (PP, Ciudadanos) como del propio equipo de gobierno municipal (PSOE), que a su entender "ponen en duda la idoneidad de los carriles bici recién construidos o actualmente en obras en València". De este modo, la asociación asevera que "los únicos carriles bici que hay que replantearse son los realizados en pasadas legislaturas: mal diseñados sobre las aceras, por calles de barrio en muchas ocasiones poco conocidas por los posibles usuarios y que dan vueltas y revueltas penalizando, contra toda lógica, a un medio de transporte que, como el andar, es un medio activo de desplazarse que requiere un esfuerzo físico".

En segundo lugar tildan de "cinismo" que desde Ciudadanos "se apueste por eliminar carriles bici bien diseñados argumentando que estorban al tráfico motorizado y un día después se denuncie la contaminación de la ciudad (originada no se olvide por propio tráfico motorizado) dando como única solución el baldeo de calles (solución de parcheo que empeora la situación pues los camiones contaminan y gasta mucha agua", sentencian.

También critican las declaraciones del concejal del PP, Alberto Mendoza que "usa nuestro nombre para atacar la construcción de una infraestructura ciclista con la excusa de que, en su momento, València en Bici no la pidió a sabiendas de que eso fue así porque sabíamos que lo único que nos iba a aceptar el PP era la puesta en marcha de una ciclocalle por Reino de València".

Tampoco dan crédito a los portavoces de las Asociaciones de Vecinos y Vecinas pues para ellos "estos representan solo a una parte de los vecinos de esta ciudad". Y matizan que "muchos nos movemos en bicicleta o patinete y no entendemos cómo se puede defender constantemente el uso del coche desde esas asociaciones y se denosta, cada vez que se puede, el uso de los vehículos no contaminantes que pueden hacer de València un lugar mejor para vivir".

La salud como consenso

Para València en Bici, "la salud de todos y todas no debería ser motivo de confrontación política sino de consenso". Y ponen como ejemplo otras ciudades europeas donde "gobiernos conservadores como el de Boris Johnson en su momento en Londres o actualmente el progresista de Anne Hidalgo en París, han tomado, a pesar de sus diferencias ideológicas, serias medidas para reducir el tráfico motorizado en sus calles dando ventajas a peatones, ciclistas y transporte público respecto al tráfico motorizado particular".

Finalmente argumentan que no entienden como "ningún partido político o asociación defienda la ilegalidad del estacionamiento en doble fila que es al fin de cuentas lo que hay o había en esas vías donde la construcción del carril bici supuestamente crea atascos". Y añaden que tampoco entienden cómo " representantes vecinales denosten el carril bici por su barrio mientras no parecen ver que desde hace más de cinco años, en calles tan céntricas del mismo como la calle Cádiz en Russafa el supuesto caos ya existe, pues después de las obras de reurbanización del mismo, acabaron estrechándose, obligando al "tráfico" a detenerse tras los autobuses de la EMT en las paradas", sentencian.